La situación de los embalses de la CHG en la provincia de Granada es ya crítica, tan solo se encuentran al 29,70% de su capacidad y con la declaración de alerta por sequía en las unidades territoriales de Bermejales, Vega Alta y Media y Vega Baja desde hace más de tres meses y en emergencia la Hoya de Guadix y la Zona Norte perteneciente a la unidad de Regulación General, sin que la AEMET ofrezca señales de cambio en cuanto al pronóstico de posibles lluvias. El cultivo que más está sufriendo los estragos de la sequía es el cereal, por estar en pleno desarrollo vegetativo, y, no menos, la ganadería extensiva, por la ausencia de pastos. También preocupa el olivar, los forrajes y el almendro, así como, las frutas y hortalizas, debido a las restricciones de riego que se avecinan. Urge la publicación del decreto de sequía con medidas excepcionales como la condonación de los cánones de riego e impuestos directos, bonificaciones en la Seguridad Social, exenciones fiscales, reducción de los costes eléctricos, ayudas directas o créditos de interés cero que amparen a los agricultores y ganaderos afectados.
En el mes de enero en toda la cuenca del Guadalquivir la precipitación media fue un 85% inferior, según el último informe pluviométrico de la CHG, y no menos catastrófica fue la situación en la provincia de Granada, con un 82% menos de lluvia recogida: 8,6 l/m2 frente a la media de 48,42 l/m2, pero en lo que va del mes de febrero solo ha caído 1,1 l/m2 y la AEMET ofrece posibilidades casi nulas de precipitaciones a corto plazo para que cambien mucho la crítica situación en que se encuentran los embalses de la provincia, apenas al 29,70% de su capacidad y con escenarios de alerta en las unidades territoriales de Bermejales, Vega Alta y Media y Vega Baja y en emergencia la unidad de Regulación general que incluye la Zona Norte. Hoy esperamos saber, tras la reunión de la Comisión de Desembalse de la CHG, a qué restricciones se enfrentarán los regantes si la situación hidrológica no cambia para tomar las oportunas decisiones de las siembras de primavera, contando con que, según cultivos, podrá haber pérdidas superiores a las de la anterior campaña que ya supusieron entre el 10% y el 50% de un año normal.
El cultivo que más está sufriendo los estragos de la sequía es el cereal, por estar en pleno desarrollo vegetativo y, dependiendo de las zonas, podrá salvarse parte de la cosecha si llueve pronto o se perderá por completo, y, asimismo, la ganadería extensiva por la falta de pastos, lo que obliga a cubrir las necesidades alimenticias del ganado con pienso y forrajes que han sufrido incrementos de precio de más del 30%, a lo que se suma también el coste de suministro de agua por su merma en los abrevaderos. No es menor problema los daños en cultivos de la fauna silvestre, principalmente conejos, por la falta de comida en las cunetas, ribazos, taludes etc. También preocupan los forrajes de secano, principalmente la alfalfa, con una superficie sembrada de 2.400 has, así como el olivar y el almendro que, aunque están en parada invernal no están acumulando reservas de humedad necesarias para afrontar los próximos meses.
Desde ASAJA GRANADA urgimos al Gobierno a que publique el decreto de sequía con medidas excepcionales como la condonación de los cánones de riego e impuestos indirectos, bonificaciones en la Seguridad Social, exenciones fiscales, reducción de los costes eléctricos de las explotaciones, ayudas directas o créditos de interés cero que amparen a los agricultores y ganaderos afectados.