La eurodiputada socialista Clara Aguilera, miembro de la Comisión de Agricultura en el Parlamento Europeo, ha interpelado a la Comisión Europea para que revise las normas del etiquetado de la miel en los casos en los que procede de distintos lugares. La actual legislación europea, la Directiva 2001/110/CE, establece que, cuando se trata de mieles mezcladas procedentes de distintos orígenes, se puede etiquetar como mención del origen: “mezcla de mieles de la UE” o “mezcla de mieles no procedentes de la UE” o una combinación de ambas.
En una pregunta escrita al Ejecutivo comunitario, Aguilera señala que con este sistema “no se obliga a indicar el país o países de origen en los que ha sido recolectada ni el porcentaje en peso que cada país representa en la mezcla final”. De este modo, la norma desinforma al consumidor, “para el que es imposible saber si el 99% de la miel procede de un tercer país, ni de qué país se trata”. Además, “priva al sector apícola europeo del valor añadido que aporta la calidad de la miel producida en la UE frente a la procedente de terceros países”. Así, tanto consumidores como productores quedan indefensos ante posibles fraudes.
En el texto, la eurodiputada pone de relieve que varios Estados miembros están intentando superar estas deficiencias mediante legislación nacional “y todos ellos han topado con el rechazo de la Comisión” por la disconformidad con la Directiva 2001/110/CE.