Andalucía establece la receta electrónica Recevet como base de datos oficial para la comunicación de las prescripciones veterinarias de antibióticos en las explotaciones ganaderas de la comunidad autónoma. Así queda recogido en la orden publicada por la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), con la que, en palabras del responsable del ramo, Rodrigo Sánchez Haro, se viene a favorecer la simplificación de los trámites administrativos y a reforzar el control del uso de medicamentos y proporcionar, por ende, mayores garantías a la seguridad de la producción primaria.
La comunicación de las prescripciones de antibióticos que se realicen en explotaciones localizadas en la geografía andaluza, ha recordado el consejero, será obligatoria para todos los profesionales veterinarios a partir del próximo 2 de enero de 2019 a raíz de la entrada en vigor del Real Decreto 191/2018, de 6 de abril. La medida afecta, en concreto, a las recetas destinadas a animales productores de alimentos para consumo humano.
Sánchez Haro ha puesto el acento en que, con la nueva funcionalidad de Recevet, se pone a disposición de los profesionales veterinarios que ejercen en Andalucía “una herramienta eficaz que les permitirá cumplir con las obligaciones establecidas en la normativa y con un procedimiento ágil”. La comunidad autónoma “se sitúa, sin lugar a dudas, a la vanguardia en el control del uso de medicamentos”, ha aseverado el titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.
En este sentido, Rodrigo Sánchez ha subrayado entre los avances de Recevet su contribución a la mejora de la seguridad de la producción primaria, para otorgarle así plenas garantías al consumidor. Es, en última instancia, desde la óptica del representante del Gobierno andaluz, un instrumento esencial en el marco de “la lucha tenaz que mantenemos contra las resistencias a los antibióticos”.
La vigilancia del consumo de antibióticos en ganadería a través de las prescripciones de antibióticos es, no en vano, una de las lineas estratégicas del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) y Andalucía forma parte del mismo. El objetivo es reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y, en consecuencia, reducir el impacto de este problema sobre la salud de las personas y los animales, desde la preservación, de manera sostenible, de la eficacia de los antibióticos existentes.