La Junta Directiva de Cooperativas Agroalimentarias de Granada se ha reunido para establecer la posición oficial de la entidad mayoritaria en el sector agroalimentario de la provincia en relación a la ola de protestas que se está produciendo en España y Europa, y que viene precedida de un fuerte malestar en el sector agroganadero.
Tal y como señala la Federación, a pesar de que en estos últimos cuatro años algunos aspectos del sector han mejorado, como el precio de determinados productos, en líneas generales los problemas estructurales de 2019, cuando se produjo la histórica movilización que culminó con una gran tractorada en Granada el 19F, siguen existiendo y amenazando a los agricultores.
En algunos casos, apuntan, incluso se han agravado, (altos costes de producción, excesiva burocracia, PAC mucho más restrictiva medioambientalmente, importaciones de terceros países, sequía, falta de mano de obra, márgenes abusivos…) por lo que el malestar de los agricultores y ganaderos está totalmente justificado y las cooperativas respetan la voluntad de todos ellos y les muestran su apoyo.
En consecuencia, Cooperativas Agroalimentarias de Granada va a estar presente en todas las concentraciones, manifestaciones y movilizaciones cuyo único objetivo sea la defensa del sector, que estén debidamente legalizadas y por tanto den una seguridad jurídica a sus participantes. La huelga es un derecho del ciudadano, de manera que desde esta entidad siempre se promoverán actos reivindicativos con el máximo respeto y educación hacia la población en general, hacia los Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía y Guardia Civil) y hacia las instituciones.
Calendario de movilizaciones
La Federación da comienzo, por tanto, a un calendario de movilizaciones autorizadas que tendrá su primera jornada el próximo día 14 de febrero, para la que anima a cooperativas y socios a asistir a alguno de los dos puntos determinados: Guarromán o Puerto de Motril.
En definitiva, Cooperativas Agroalimentarias de Granada retoma las reivindicaciones iniciadas en 2019, poniendo especial énfasis en:
-Excesiva burocratización del sector. La infinidad de normativa aplicable al sector hace prácticamente imposible el cumplimiento de todos los requisitos establecidos. Europa, España y Andalucía deben parar la maquinaria legislativa y simplificar de verdad todas las normativas existentes. Especial mención a la nueva PAC, excesivamente exigente medioambientalmente.
-Importaciones de terceros países. No solo no se controla la cantidad de producto que entra, si no que lo más grave es que no se controla ni exigen los mimos requisitos que se exigen a los productores españoles y europeos.
-Agua. Sin agua no se puede producir y los ciclos de sequía cada vez son más pronunciados, sin embargo no se ve una apuesta decidida por las distintas administraciones con competencias en la materia (Europa, España y Andalucía) que planifiquen un desarrollo real de infraestucturas de acopio y distribución del agua para paliar esta situación.
-Falta de mano de obra. Los agricultores, ganaderos y las cooperativas necesitan mano de obra para la actividad y la mayoría de las veces no la encuetran, mientras las listas del desempleo son considerables y la cantidad de inmigrantes sin papeles en los pueblos también.
-Fiscalidad más adecuada a la situación que viven nuestros agricultores, ganaderos y sus cooperativas.
Por último, apunta la Federación, “si queremos tener una soberanía alimentaria en Europa y no depender de terceros países para algo tan importante como es alimentar a los europeos, necesitamos reforzar nuestro sistema productivo y para ello no cabe duda que las cooperativas son una pieza clave”.