Este fin de semana se ha celebrado la XXIII Jornada Malagueña de Apicultura, organizada en el municipio de Antequera por la Asociación Malagueña de Apicultores. La directora general de Ayudas Directas y Mercados, Raquel Espín, ha inaugurado la jornada destacando “el peso del sector en la comunidad”.
En aplicación del Plan Nacional Apícola en Andalucía, la Consejería de Agricultura tiene como objetivo impulsar la profesionalización de los apicultores y la organización del sector apícola andaluz. Además, persigue mejorar la rentabilidad de las explotaciones y mejorar su capacidad de adaptación a situaciones adversas y en equilibrio con el medio ambiente. Para ello, la Junta otorgó el pasado año alrededor de 3,5 millones de euros en ayudas, que benefician a cerca de 391.000 colmenas.
La directora general ha señalado que el Plan “ha incluido importantes novedades encaminadas a su adaptación a las necesidades actuales de los profesionales de este sector”. Entre otros cambios, el ejecutivo andaluz ha adelantado dos meses (de junio a abril) el plazo para solicitar las ayudas para ajustarlo al calendario de funcionamiento de las explotaciones apícolas y la Consejería de Agricultura ha contando con más tiempo para las revisiones, controles y labores de campo. “Gracias a este adelanto, ha sido posible reducir considerablemente las incidencias y evitar que los apicultores deban participar activamente en el proceso de gestión de las ayudas durante los meses estivales”, ha añadido Espín.
En la tónica de la política de simplificación administrativa que persigue la Junta de Andalucía, la convocatoria 2022 ha contemplado, por ejemplo, ampliar la posibilidad del uso de la tramitación electrónica para la totalidad del proceso y no únicamente para la presentación de la solicitud.
Respecto al ámbito económico, la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural ha continuado aplicando, por segundo año consecutivo, las mejoras realizadas en 2021, entre las que destaca el aumento del presupuesto para respaldar iniciativas dirigidas a mejorar la calidad de los productos apícolas con el fin de aprovechar al máximo su potencial en el mercado. La dotación para estos proyectos se elevó de 30.000 a 150.000 euros. Asimismo, continúan otras mejoras como el respaldo a los sistemas de protección o vigilancia antirrobo y de geolocalización de las colmenas y el apoyo a las agrupaciones de apicultores tanto en la puesta en marcha de acciones de divulgación técnica y de publicidad como en las inversiones en material de comercialización.
Datos de la apicultura en Andalucía
Además de su repercusión económica por la producción de miel, la apicultura cumple un papel fundamental para el desarrollo de las zonas rurales y el equilibrio ecológico, ya que la presencia de abejas en un territorio es básica para la conservación y diversidad de plantas que dependen de la polinización.
Además, estos insectos contribuyen también a elevar la productividad de numerosos cultivos.
El sector apícola andaluz está formado por unas 5.676 explotaciones con 643.174 colmenas -de las que 623.569 son trashumantes y 19.605 son estantes-. El total de explotaciones se reparten en 3.578 mixtas, de producción son 1.862, de polinización 166, dos centros autorizados, once de selección y cría, cinco usuarios y 52 de otras especificaciones.
Por provincias, según ha registrado el Sistema Integral de Gestión Ganadera de Andalucía (SIGGAN), la distribución de las 5.676 explotaciones está liderada por Almería en la que hay 1.162 (20,47%), le sigue Málaga con 855 (15,06%), Granada que registra 806 (14,20%), Sevilla con 803 (14,16%), Huelva con 616 (10,85%), Córdoba con 520 (9,16%), Cádiz con 469 (8,26%) y, por último, Jaén con 445(7,84%).
La producción andaluza supera las 6.570 toneladas de miel y los 323 toneladas de cera que, en global, rondan los 21,68 millones de euros al año. En cuanto al tejido empresarial asociado a esta producción, Andalucía acoge 54 entidades artesanales dedicadas al envasado y comercialización de las producciones apícolas.