Más de 400 vehículos agrícolas, la gran mayoría tractores, han recorrido esta mañana las calles de Granada para exigir medidas que salven al campo ante el desorbitado e injustificable incremento del precio del gasóleo. La unidad de acción de las tres organizaciones agrarias (ASAJA, COAG y UPA) y Cooperativas Agro-alimentarias de Granada ha vuelto a ser la tónica de una tractorada que ha transcurrido con normalidad, a la que también se han unido varios centenares de personas a pie.
El secretario general de ASAJA Granada, Manuel del Pino; el secretario provincial de COAG Granada, Miguel Monferrer; el secretario general de UPA Granada, Nicolás Chica, y el director de Cooperativas Agro-alimentarias de Granada, Gustavo Ródenas han encabezado la tractorada detrás de una pancarta en la que se podía leer el lema: “El precio del gasoil, la ruina del campo”. La desorbitada subida del gasóleo agrícola y la electricidad lastran la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas y condiciona el trabajo diario en nuestras explotaciones. De ahí que los cuatro dirigentes hayan coincidido en reclamar al Gobierno medidas reales y efectivas que palíen esta abusiva e injustificable subida de los costes de producción.
El precio del gasóleo agrícola, a una media de 1,70 euros por litro, y el de la factura de la luz prácticamente triplican los costes de producción con respecto a la anterior campaña. Una crisis sin precedente que hace inasumible para las explotaciones agrícolas y ganaderas el salir a trabajar diariamente. La bonificación de 20 céntimos del carburante sigue sin resolver nada de nuestra crisis. Ni siquiera los intentos de contener la subida del megavatio/hora de la luz poniendo topes al gas hace que los costes de producción se hayan reducido. Todo lo contrario, siguen aumentando sin control alguno.
Las organizaciones agrarias granadinas ASAJA, COAG y UPA y Cooperativas Agro-alimentarias reclamamos al Gobierno soluciones verdaderamente eficaces que permitan al sector agrario y ganadero seguir funcionando, a través de la bonificación de la factura del gasóleo (plásticos y fertilizantes) en el IRPF; la aplicación de la doble potencia eléctrica para los regantes que les permita ahorro de energía durante los periodos en que no riegan; y el aumento de la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos, actualmente 0.063 euros/litro, o en su caso la vuelta al gasóleo profesional bonificado.