Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras la sesión del 22 de marzo del Consejo de ministros de agricultura de la UE, en parte centrada en la protección de cultivos, considera que la UE debe ser coherente con sus discursos y endurecer los mecanismos para evitar la entrada de plagas y enfermedades.
Durante esta sesión, la Presidencia portuguesa ha planteado a los ministros, respecto a las medidas fitosanitarias, cómo puede mejorarse la preparación para proteger a la UE contra las plagas y crear sinergias en el marco del Pacto Verde y la estrategia “De la Granja a la Mesa”.
Unión de Uniones difiere del criterio de Planas respecto a la excelencia de la herramienta de la ley de Sanidad Vegetal, y el Reglamento 2016/2031 y recuerda que la Unió de Llauradors viene alertando de un incremento importante en los rechazos de importaciones de cítricos por presencia de plagas, en ocasiones prioritarias, por lo que el riesgo de entrada no hace más que aumentar.
La organización considera que este aumento de la presión de entrada supone una grave amenaza para los sectores productivos europeos y las consecuencias de la entrada de enfermedades prioritarias sería devastadora.
En este sentido, Unión de Uniones cree que, a luz de los acontecimientos, algo está fallando y exige mayores recursos para los puestos de inspección fronteriza, mecanismos disuasorios para que los importadores no intenten introducir partidas contaminadas, así como disposiciones estrictas en este sentido en los acuerdos de libre comercio.
La reducción de uso de fitosanitarios sin alternativas impactaría en la competitividad y en la productividad
Respecto a la estrategia “De la Granja a la Mesa”, que cuenta entre sus objetivos la reducción del uso de fitosanitarios en un 50%, Unión de Uniones alerta que, si el ritmo actual de no renovación de sustancias activas permitidas en la UE se acelera por conseguir dicho objetivo, sin desarrollar alternativas lo suficientemente efectivas y de coste similar, la agricultura europea podría sufrir una importante pérdida de competitividad.
Así lo determina también un reciente estudio para el Parlamento Europeo sobre el futuro de la protección en cultivos en Europa. Si hay menos sustancias activas aprobadas aumenta el riesgo de aparición de resistencias de las plagas sobre éstas. La reducción del uso de fitosanitarios sin alternativas realmente eficaces también generaría una menor productividad, lo que provoca la presión para aumentar la superficie agraria, en un contexto de incremento de la población.
Finalmente, supone un riesgo para el sector agrario europeo, que podría verse con más dificultades para competir frente a productores de terceros países, lo que conllevaría una externalización de la producción agraria europea, que, como recuerda Unión de Uniones, “conlleva producir alimentos de forma menos eficiente, menos respetuosa con el medio ambiente, con pesticidas más peligrosos prohibidos aquí, y condiciones laborales ínfimas”.
Por todo ello, Unión de Uniones insiste en que, para preservar la sanidad vegetal en la UE, y por tanto la productividad y el sector agrario europeo, se apoye el desarrollo de alternativas realmente viables para sustituir a los fitosanitarios. En este sentido considera positivo la disposición del Consejo hacia una legislación específica de la UE relacionada con los agentes de control biológico que permita una normativa armonizada e impulse su desarrollo.