La ganadería extensiva y los pastores trashumantes lo tienen cada día más difícil, cada día se lo ponemos más complicado a las mujeres y hombres dedicados a esta actividad. A las enormes dificultades del sector por la escasa rentabilidad, la dureza del trabajo, la despoblación, la sequía,…, se le unen trabas administrativas y obstáculos en su camino.
Obstáculos en sentido literal. Porque cada día son más las invasiones de vallados, cancelas y apropiaciones indebidas de los caminos públicos. Una apropiación del espacio público que nos perjudica a todos y que es dañina especialmente para los que necesitan de estos corredores y descansaderos para el desarrollo de su actividad diaria.
Como administrador público, responsable de la actividad ganadera tiene que velar y actuar de oficio para evitar estas tropelías, auténticas agresiones a los ganaderos, una actividad necesaria, beneficiosa, imprescindible, fuente de sustento de muchas mujeres y hombres arraigados al territorio y sus fuentes de riqueza. La trashumancia permite un doble uso del suelo gracias a su movimiento semestral lo que es, en la práctica una fuente de riqueza y biodiversidad.
La Fundación Savia solicita por ello un plan de actuaciones urgentes, encaminadas a recuperar los caminos públicos. Y en particular, que se ponga en marcha un plan especial de recuperación, acondicionamiento y puesta en valor de nuestras cañadas, veredas y cordeles. Primero identificándolas, clasificándolas, reconociéndolas, segundo procediendo a su deslinde y tercero realizando su adecuado amojonamiento.
Los caminos públicos son es un bien común. De todos, y un espacio necesario para los ganaderos. Junto a ello, deben habilitarse de manera específica, los perdidos abrevaderos y descansaderos, lugares necesarios cuya inexistencia está provocando en la práctica que la trashumante sea una actividad en riesgo de extinción, con todos los perjuicios que ello conlleva.
Desde la Fundación Savia, «llevamos desde hace años defendiendo la trashumancia, participamos de la misma, por eso somos testigos, compañeros de sus problemas. Pensamos que todos debemos felicitarnos por haber sido declarada patrimonio inmaterial cultural de la humanidad por parte de la UNESCO. Andalucía es una tierra de ganaderos, pastores y trashumancia, fuente histórica de riqueza y generación de biodiversidad, paisaje y arraigo al territorio. Estamos convencidos que la trashumancia y la ganadería tenemos que hacerla entre todos, autónoma y generadora de riqueza. Como ha sido el lema de la Cumbre del Clima que tuvo ocasión de conocer, es hora de actuar».
Jaén es uno de los territorios con mayor tradición e intensidad trashumante, y también donde mayores problemas existen, y antes que se sigan agravando, «nos gustaría que convocase una reunión en la provincia, donde, además de su consejería, estén presentes diputación, ayuntamientos, agentes sociales y representantes del sector ganadero afectados» concluye la carta remitida a la consejera, Carmen Crespo.