Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante el acuerdo alcanzado este fin de semana entre la UE y Estados Unidos, estima que se han despejado incertidumbres a cambio de la imposición de unos aranceles generales del 15% que serán un duro golpe para las exportaciones españolas de productos emblemáticos como vino y aceite, lamentando que la UE no haya sabido o podido defender mejor a sus productores.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha valorado el acuerdo recientemente alcanzado entre la Unión Europea y Estados Unidos, que establece la aplicación de un arancel general del 15% a la mayoría de productos europeos exportados al mercado estadounidense. El pacto, que evita la imposición de tarifas del 30 % o superiores que hubiesen tenido consecuencias catastróficas, incluye algunas exenciones para bienes estratégicos; pero, según las primeras informaciones transcendidas, dejaría fuera de éstas a productos de gran relevancia para España, como el vino, el aceite de oliva, los quesos o los jamones.
La organización reconoce que el acuerdo aporta cierta estabilidad al comercio transatlántico, pero considera que “Trump ha puesto sobre la mesa que era susto o muerte y la UE ha tragado con susto, aceptando unas condiciones que perjudican gravemente a sus agricultores y ganaderos”.
Para Unión de Uniones, el resultado es un pacto desequilibrado y que vuelve a mostrar que Bruselas es incapaz de hacer valer su peso político para proteger a sus sectores productivos, mientras les sigue cargando con normas internas de todo tipo. “Esto ha servido para saber quién manda en el concierto internacional… y por si quedaba alguna duda, no es la UE”, expresan desde la organización, advirtiendo que todavía el mandatario estadounidense puede dar alguna sorpresa de última hora.
Reclaman que se aligere el sistema productivo europeo de requisitos innecesarios Unión de Uniones subraya que el campo europeo ya soporta costes crecientes en energía, fertilizantes y otros insumos, a los que ahora se sumará el sobrecoste de los aranceles para acceder a un mercado clave como el estadounidense. “Los agricultores y ganaderos vamos a tener que asumir una presión añadida en un escenario todavía marcado por muchas inseguridades económicas”, advierte la organización.
En este contexto, la organización reclama de las instituciones europeas aligeren al sistema productivo europeo de exigencias ideológicas e innecesarias, que implican mayores costes y cargas burocráticas y merman la competitividad de nuestros productos en los mercados.
Finalmente, Unión de Uniones recuerda que la política comercial europea debe estar alineada con las necesidades reales del sector agrario y que la defensa de los intereses de agricultores y ganaderos debe convertirse en una prioridad efectiva en las negociaciones internacionales.
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