El pasado 16 de julio quedó oficialmente constituida en Baza la Comunidad General de Regantes Negratín, un paso clave para el desarrollo del regadío en el Altiplano de Granada. El nuevo ente agrupa a las cinco comunidades de regantes beneficiarias de la reserva de 18,5 hectómetros cúbicos de agua del embalse del Negratín contemplada en el actual Plan Hidrológico del Guadalquivir.
La constitución de esta comunidad general responde a un requerimiento de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) como condición para el otorgamiento de las concesiones de aguas elevadas del Negratín. Una infraestructura clave para el desarrollo de los regadíos en esta zona marcada por la sequía crónica y el mal estado del acuífero Baza-Zújar-Freila.
Una respuesta unitaria ante una situación crítica
Las comunidades de regantes que ahora se agrupan bajo esta nueva figura habían venido demandando una solución estructural que permitiera garantizar el riego mediante recursos superficiales que sustituyan a los subterráneos, garantizando así la sostenibilidad ambiental y la economía agraria de la zona.
En este contexto, el proyecto de elevación desde el embalse del Negratín representa una oportunidad histórica. No obstante, la CHG condicionó su concesión al nacimiento de una comunidad general que agrupara a los usuarios beneficiarios y ordenara el uso del agua de manera colectiva y transparente.
Las comunidades integradas en esta Comunidad General compartirán infraestructuras comunes de captación, impulsión y distribución en alta, necesarias para trasladar el agua desde el embalse del Negratín hasta sus respectivos perímetros regables. Esta configuración técnica requiere una gobernanza coordinada, con capacidad para asumir la titularidad, operación y mantenimiento de dichas instalaciones, además de velar por su financiación y eficiencia energética.
Las cinco comunidades fundadoras
La Junta General, presidida por José Antonio Azor Navarro, aprobó la constitución de la entidad y su estructura organizativa, que estará integrada inicialmente por las siguientes cinco comunidades: Zabroja Zújar-Freila, Llanos de Caniles, Siete Fuentes-Negratín, Fuente de San Juan y de la Reina y Santo Ángel de Zújar.
De momento, quedaron fuera de la comunidad general otras entidades como la Comunidad del Canal del Jabalcón y Vega Campo-Baza, al no compartir infraestructuras de elevación, según el informe técnico presentado en la sesión. Sin embargo no se descarta la incorporación de estas comunidades y otras en el futuro.
Una de las decisiones clave fue la aprobación de las bases para las futuras Ordenanzas que regirán el funcionamiento interno. En ellas se establece un sistema de participación proporcional al volumen de agua concedido a cada comunidad, pero también se recoge el compromiso de proteger los intereses de las comunidades con menor peso, mediante un sistema ponderado de voto.
La comisión encargada de la redacción de las Ordenanzas estará compuesta por el presidente, el secretario, el tesorero y dos vocales, quienes también gestionarán los primeros trámites administrativos. Se autorizó la recaudación de una derrama para financiar los gastos de constitución y funcionamiento inicial.
Los asistentes acordaron seguir con las gestiones con la Delegación de Agricultura de la Junta de Andalucía para reclamar la aprobación de los perímetros en el Decreto de Interés General y definir la financiación de las obras tanto en alta como en baja. También se propuso crear una Comisión Técnica Mixta con la CHG para avanzar en la planificación y ejecución de los regadíos del Guadiana Menor.
Cohesión territorial y compromiso institucional
La constitución de esta Comunidad General no solo responde a una exigencia administrativa, sino que se percibe como una herramienta de cohesión territorial. Su objetivo es canalizar las demandas históricas de los agricultores del Altiplano, ofrecer una alternativa sostenible al uso intensivo del acuífero y evitar el colapso ambiental y social derivado de la falta de agua.
El modelo de gobernanza que se propone aspira a combinar eficiencia, equidad y sostenibilidad, en un momento especialmente sensible para los territorios del sureste peninsular, gravemente afectados por el cambio climático y la escasez hídrica estructural.
Reconocimiento al presidente saliente de la CHG
En el cierre del acto, el presidente de la Comunidad General, José Antonio Azor, quiso expresar su agradecimiento a Joaquín Páez, presidente saliente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, por su labor durante estos años y su compromiso con la comarca de Baza. “Le deseamos lo mejor en esta nueva etapa, con el reconocimiento por su apoyo constante a las necesidades de nuestro territorio”, destacó Azor.
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