Los regantes de la localidad de Huéscar se han rebelado contra la sobreexplotación de los acuíferos, y así lo hicieron saber en una manifestación en la que solicitaron a las administraciones que «vigilen y controlen a los grandes empresarios» que «están vaciando los acuíferos y sustrayendo agua de los manantiales, hasta el punto de quedarnos sin agua». La reivindicación es promovida por la Comunidad de Regantes de Fuencaliente, que alertó de que se encuentran en un momento «muy crítico», pero sin embargo «se siguen dando licencias para sacar agua de los acuíferos».
Los regantes piden que las instituciones «vigilen el Plan Hidrológico de la zona» y exigen «implicación y control» ante «los vicios de los grandes empresarios que están cometiendo ilegalidades sin ningún tipo de control». Insisten en que «muchas veces se saca el agua sin permisos», añadiendo que «esas licencias se están concediendo en zonas que ya están valoradas como zonas sobreexplotadas, donde no se puede hacer más pozos». Pese a ello, se siguen haciendo «cada vez más».
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) del Altiplano de Granada aseguró que el sector no va «a parar hasta que las administraciones dejen de mirar para otro lado y tomen cartas» para acabar «con el expolio de los acuíferos de Huéscar y protejan el riego de 400 hectáreas de explotaciones» locales en este entorno del norte de la provincia de Granada. La responsable de la entidad en la comarca, Clara Torreblanca, indicó que las explotaciones locales «responden a un modelo social y profesional de agricultura que revierte en el territorio, ya que dinamiza el medio rural generando riqueza y desarrollo sostenible, fijando la población y cuidando el medio ambiente».
Nacimientos secos
«Se acabó el robo del agua del acuífero a través de pozos por parte de especuladores», afirmó Torreblanca, en referencia a «empresas de fuera que sólo vienen a explotar nuestros recursos naturales, comprando terrenos de secano y convirtiéndolos en regadíos intensivos a costa de vaciar acuíferos impunemente, robando el agua subterránea que es vital para nuestra agricultura, motor socioeconómico de nuestra tierra». De hecho, COAG asegura que se están secando casi todos los nacimientos de agua de la comarca, así como mermando de forma vertiginosa otros, como es el caso del manantial de Fuencaliente, el cual ha pasado de tener un caudal de 300 litros por segundo a no llegar a los 90.
Por todo ello, COAG Altiplano de Granada «no va a cejar en su empeño en dar la batalla en defensa del agua y la agricultura profesional y social, exigiendo responsabilidades a las administraciones y soluciones definitivas que acaben con el expolio de los bienes públicos».
Precisamente en el manantial de Fuencaliente se concentraron casi 800 personas el pasado 31 de agosto y cortaron durante media hora la carretera que une Cúllar con Caravaca de la Cruz (Murcia). En ese sentido, COAG agradeció el apoyo mostrado por los vecinos de Huéscar, Galera y sus alrededores, que ha supuesto «una motivación añadida en la lucha por la defensa del agua, que es vida para la comarca».
Días antes de esa movilización, el Ayuntamiento de Huéscar paralizó las obras de una empresa que hacía un sondeo de aguas para riego de almendros en el entorno del manantial de Fuencaliente, tras detectar incumplimiento de algunos de los requisitos contemplados en la licencia que le había concedido, lo cual se puso en conocimiento de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y de la Junta de Andalucía.