El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado que el volumen de stock de enlace de aceite de oliva permite dar tranquilidad y seguridad a los consumidores, y que en ningún caso va a haber problemas de abastecimiento de este producto en todas sus categorías. Ha reiterado que pese a que Ucrania es el principal exportador de aceite de girasol a España, la interrupción del suministro por la invasión rusa y la situación de guerra no va a crear problemas de abastecimiento de grasas vegetales en nuestro país.
En el acto de clausura de la jornada “El aceite de oliva y su futuro” que ha organizado la Fundación San Telmo en el centro de formación Javier López de la Puerta de Sevilla, Luis Planas ha señalado que “las perspectivas para el futuro del sector del aceite de oliva son positivas”. Dado que su consumo apenas representa el 3 % de los aceites vegetales, la expectativa es que se produzca un aumento continuado de su presencia en las cocinas del mundo. De hecho, las previsiones de la Comisión Europea apuntan a un incremento del 5 % anual, hasta 2030, en el volumen de aceite de oliva exportado a terceros países que no son productores.
El ministro Planas se ha referido a los factores impulsores del consumo a nivel global, entre los que ha destacado las cualidades saludables del aceite de oliva, su vinculación con la dieta mediterránea y con la cada vez más apreciada gastronomía española, la sostenibilidad de este tipo de cultivos, así como las garantías sanitarias y de calidad que ofrecen las producciones agroalimentarias de la Unión Europea.
Luis Planas también ha subrayado la oportunidad que suponen instrumentos como la Hoja de Ruta del Olivar, la nueva Política Agraria Común (PAC) y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) para fortalecer el sector del aceite de oliva español y consolidar su liderazgo en el mundo. En un contexto de máximo nivel de apoyo al sector agroalimentario en general, el sector del olivar y del aceite de oliva cuenta con un importante respaldo para mejorar su situación estructural.
En cuanto a la nueva Política Agraria Común (PAC), se han tenido en cuenta las externalidades positivas del olivar en el diseño de los ecorregímenes. Se trata de remunerar aquellas prácticas beneficiosas para el medio ambiente, como las cubiertas vegetales sembradas. Asimismo, el importe será mayor cuando más pronunciada sea la pendiente. Por otro lado, el sector contará, por primera vez, con una Intervención Sectorial específica para el olivar tradicional, que supondrá la canalización de 30 millones de euros anuales a través de organización de productores, cooperativas y sociedades agrarias de transformación (SAT) con un mínimo de olivar tradicional. También dentro de la PAC, las competencias autonómicas en materia de desarrollo rural también incentivarán la superficie de olivar ecológico con el fin de alcanzar el 22% del total y cumplir con la estrategia “De la granja a la mesa”.
Asimismo el Plan de Recuperación y el PERTE agroalimentario se suman a un escenario favorable para avanzar en la necesaria transición ecológica y digital, al mismo tiempo que se mejora la competitividad y la sostenibilidad económica, social y medioambiental.