La Comisión Europea planteó en 2018 una estrategia para el plástico en el marco de una economía circular. Su propuesta de futuro establecía la hoja de ruta hacia una transición de futuro para los plásticos, asentada sobre la base para una economía circular del plástico y se promocionasen materiales y productos más sostenibles.
Un modelo económico circular que minimice el impacto sobre nuestra salud y el medio ambiente derivado del consumo que contribuya a la reducción de las emisiones, la energía y los recursos de cara a alcanzar los objetivos fijados en el Acuerdo de París.
La industria europea del plástico, como respuesta a este planteamiento, desarrolló una estrategia completa que pudiese dar respuesta a esa demanda social, ambiental y administrativa, denominada Circular Plastic Alliance.
El plástico agrario, a pesar de representar un pequeño porcentaje del consumo de estos materiales, resulta pionero en la aplicación de iniciativas circulares que reduzcan el impacto que genera en la cadena de consumo una gestión incompleta.
En España, la industria del plástico agrario es sensible a esta demanda social y de los propios consumidores para se adopten soluciones que ayuden a resolver un problema con impacto social y ambiental, y por ello plantea la puesta en marcha algunas soluciones sostenibles para los residuos.
Puesta en marcha del sistema de gestión de residuos de plástico agrario en España.
Los principales fabricantes e importadores de plásticos agrarios en España vienen trabajando desde el año 2020 en la puesta en marcha de soluciones para el residuo, apostado por un modelo de Responsabilidad Ampliada del Productor conocida como RAP, que como novedad se plantea con un carácter voluntario.
Hasta la fecha se han sentado las bases para el diseño del modelo, la estimación de los costes de gestión y otros muchos aspectos que aseguren su funcionamiento operativo, todo ello en paralelo al desarrollo normativo en materia de gestión de residuos.
La respuesta que plantea la industria es un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) para el plástico agrario a través de la Asociación sin ánimo de lucro MAPLA.
Desde la asociación se estima que, en España, principal consumidor de plásticos agrarios en Europa, se están generando anualmente más de 100.000 t de residuos de filmes plásticos (sin incluir envases) a los que habría que añadir también residuos de tuberías y cintas de riego, hilos y cuerdas, mantas térmicas o mallas, que se desechan también en cantidades importantes y para los que en la actualidad solo se da una respuesta parcial y en algunos casos poco sostenible.
Objetivos de MAPLA
Los principales objetivos son la puesta en marcha de un modelo de circularidad para la totalidad del residuo de plástico agrario, donde al final de su vida útil, el residuo se Recoja en su totalidad, se Revalorice tras un proceso de clasificación, agrupamiento y embalado, se Recicle todo aquello que permitan las tecnologías disponibles, y Retorne al mercado como nueva materia prima aquello que haya podido reciclarse.
El retorno de materias primas al mercado ha sido uno de los grandes impedimentos a estas soluciones, pero el impulso que la legislación en desarrollo pretende dar a la incorporación de materiales reciclados a la fabricación de nuevos productos a través de incentivos y exenciones tributarias va a ser definitivo.
Como objetivo no menos importante, se establece el de servicio al agricultor y ganadero, que en numerosas ocasiones se enfrenta a problemas que le impiden responder a su obligación de dar una adecuada gestión al residuo de plástico de sus explotaciones.
La casuística del problema para el agricultor es diversa, desde la falta de gestores autorizados, hasta la falta de soluciones que realmente adopten un modelo sostenible, propugnado por MAPLA, basado en las 4R, ya que las alternativas a su alcance apenas llegan a la gestión única del residuo junto a otros muchos que limitan enormemente su aprovechamiento.
No todo el residuo del plástico agrario está gestionándose de forma inapropiada, pero cuando sucede tiene un gran impacto mediático tanto para el sector agrario como el transformador, lo que difumina las ventajas que el uso del plástico tiene para la sociedad.
A pesar de la labor realizada por numerosos gestores, el trabajo por hacer es importante y la puesta en marcha de un modelo RAP es tan solo un primer paso para la integración efectiva de los materiales reciclados a la cadena productiva, limitada en la actualidad por diversos factores como la limpieza del residuo o la efectividad de los procesos de pretratamiento y reciclado.
Los productores adheridos a MAPLA: Agriplast, Agripolyane, Criado y López, Grupo Armando Alvarez (Aspla, Reyenvas, Solplast y Sotrafa), Lepeplas, Naturplas, Plastika Kritis, Plásticos Maro, Politiv Europa, Tama Group, se han comprometido con este enfoque de circularidad y sostenibilidad, participando en el proyecto MAPLA que espera la aprobación del Proyecto de Ley de Residuos, actualmente en su fase final del trámite parlamentario.