La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha lamentado que la “imprudencia” del ministro de Consumo, Alberto Garzón, puede provocar un “grave perjuicio” al sector ganadero español, y al andaluz en particular, razón por la cual ha solicitado una “rectificación inmediata”. Las declaraciones de este miembro del Ejecutivo recomendando a los españoles que reduzcan el consumo de carne por considerar que perjudican a la salud y al planeta “no responden a la realidad, no tienen ningún rigor científico y evidencian un llamativo desconocimiento de la actividad ganadera y de la relevancia de este sector”, ha enfatizado la titular del ramo.
La producción animal andaluza generó en 2020 más de 2.000 millones de euros, que suponen el 10% de la producción de la rama agraria de Andalucía. Y la comunidad autónoma cuenta con más de 27.000 explotaciones ganaderas que generan más de 5,5 millones de jornales anuales. “Las manifiestaciones del ministro Garzón suponen un ataque a muchísimas familias que viven de la ganadería y que apuestan por una producción sostenible y de calidad reconocida”, ha recordado Crespo.
De hecho, como ha señalado, Andalucía está reclamando al Gobierno de España que incluya a la ganadería ecológica como un ecoesquema per sé dentro del Plan Estratégico Nacional de la nueva PAC, precisamente por su alto valor ambiental. “La ganadería es todo lo contrario a una actividad dañina para el planeta, es un sumidero de CO2 que no representa ni la mínima parte de la emisión de gases de efecto invernadero”, ha agregado la consejera.
“De los distintos tipos de sistemas de explotación extensivos presentes en la comunidad autónoma de Andalucía, que el ministro por su condición de andaluz debería conocer, el ecosistema de la dehesa es el más singular y característico por su alto valor natural y por su contribución al equilibrio entre el medio ambiente y la actividad ganadera. Es un sistema de explotación sostenible sin precedentes en Europa”, ha subrayado.
A esta modalidad hay que sumar la ganadería extensiva desarrollada en áreas de monte mediterráneo, así como otras zonas de pastizal natural en comarcas de sierra. En cualquier caso, con independencia del tipo de explotación que se trate, pero con gran importancia desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental y económica, es necesario recordar la importancia de la práctica de la trashumancia, actividad pecuaria muy presente todavía en ciertas comarcas andaluzas, que contribuye a la diversifica- ción y conservación de hábitats de muy alto valor ambiental.