Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos se ha puesto en contacto con la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Ministerio de Agricultura para reclamar la revisión de la norma que trata como vehículos a todos los aperos que necesiten una rueda de apoyo para desplazarse, como determinados tipos arados, gradas, rodillos, máquinas de siembra directa, etc., y que no vayan suspendidos, con la obligación de homologarlos y matricularlos.
Una reciente instrucción de la DGT, la 20/V – 139, señala que en la definición de apero agrícola sólo cabe la maquinaria intercambiable completamente levantada del suelo o que no pueda articularse alrededor de un eje vertical cuando el vehículo al que está unida circule por carretera, lo que deja fuera de dicha categoría a un 40 % de los equipos de laboreo y preparación del suelo, que deberían homologarse, matricularse y pasar las ITV correspondientes, para poder circular con ellos, o bien ser transportados en un remolque.
En una carta dirigida a la DGT, de la que se ha dado cuenta al Ministerio de Agricultura, Unión de Uniones pone de manifiesto los sobrecostes e inconvenientes que representa para los agricultores esta interpretación de la definición de apero, cuya exigencia implica alteraciones en los trabajos de las explotaciones. “Las labores hay que hacerlas cuando toca y cumplir con todo lo que conlleva la instrucción es impensable de un día para otro”, afirman desde la organización.
Para Unión de Uniones esta interpretación de lo que es un apero no se justifica y, además, “la instrucción, teniendo en cuenta la situación del sector, no puede ser más inoportuna y genera problemas donde no los había”, comentan. Por eso la organización ha pedido la intermediación del Ministerio y una reunión urgente con la Dirección General de Tráfico para encontrar salidas a esta situación. “Hay que tener en cuenta que, en ciertos casos, estos equipos no los vamos a poder homologar, ni aun queriendo hacerlo, y tendríamos que acabar comprando otros”, aclaran.
Unión de Uniones, espera y pide que dentro del mantenimiento de los necesarios parámetros de seguridad para la circulación, sea posible rectificar con urgencia y encontrar una interpretación flexible de apero que no implique tantos negativos efectos para los agricultores