Las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, junto a ECOHAL y Cooperativas Agro-alimentarias de Granada han acordado iniciar un calendario de movilizaciones para denunciar de manera permanente la situación crítica de rentabilidad que asfixia a los agricultores y ganaderos granadinos, avocando al cierre a cientos de explotaciones agrarias. Una situación muy grave, que comparten los productores de otras provincias andaluzas y comunidades autónomas, motivando la convocatoria de protestas en otros puntos de la región y el país.
En Granada, los representantes de las organizaciones Manuel del Pino, secretario provincial de ASAJA; Miguel Monferrer, secretario provincial de COAG; Nicolás Chica, secretario provincial de UPA y Fulgencio Torres, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Granada han lamentado en rueda de prensa la total desatención de las Administraciones ante la situación límite que sufren los productores de todos los sectores agrícolas y ganaderos, al percibir de manera continuada precios por debajo del umbral de rentabilidad, sumando al menos cinco años de pérdidas acumuladas.
La situación crítica en el agro granadino afecta gravemente al olivar y a las producciones hortofrutícolas, junto a otros muchos sectores como la ganadería y el cereal, entre otras. “Queremos que las Administraciones nos escuchen y defiendan nuestra agricultura y nuestra ganadería por su aportación a la alimentación mundial y a la economía, además de su capacidad para fijar población a las zonas rurales, muchas de las cuales están sufriendo la despoblación debido a esta falta de rentabilidad del campo” han subrayado los representantes, resaltando la contribución de la actividad agraria a un entorno natural “sostenible, poblado y vivo”.
Después de las movilizaciones llevadas a cabo en otoño, las organizaciones se quejan de que las administraciones autonómica, central y europea siguen mirando hacia otro lado a pesar de la crisis del sector agroalimentario. Reclaman su atención urgente, además de medidas necesarias que garanticen una renta digna, precios justos y dignos para los productores, acabar con la competencia desleal de terceros países, gestión de mercados, defensa de los productos afectados por aranceles, gestión de crisis, entre otras.