Las hortalizas, el olivar, los cítricos y otros árboles frutales así como las viñas son los principales cultivos afectados por el temporal registrado en la costa de Levante y Murcia que posteriormente se ha extendido a las provincias andaluzas de
Almería, Málaga y Granada y también a Albacete y Madrid. En una primera estimación son ya más de 300.000 las hectáreas afectadas, en buena parte con daños irreversibles del 100%.
Por ello, ASAJA reclama al Gobierno la declaración de zona catastrófica para las provincias siniestradas y un plan urgente de ayudas para los agricultores afectados.
De las 300.000 hectáreas de cultivo que registran daños como consecuencia del temporal, 150.000 hectáreas se encuentran en la provincia de Alicante, concretamente en la zona de la Vega Baja y el Alto Vinalopó. En estas zonas la situación de los cultivos es desoladora. Se han perdido el 100% de los cultivos hortícolas (alcachofa, patata, batata, boniato, brócoli, coliflor, zanahoria…), precisamente unas producciones que tienen un bajísimo índice de contratación del seguro (entre 5- 10%) por lo que las pérdidas para los agricultores van a ser millonarias. Ahora preocupa mucho la evolución de los cítricos en toda la Vega Baja donde hay numerosas parcelas con los árboles anegados. Habrá que esperar para peritar y cuantificar los daños.
En Valencia, la gota fría ha dañado más de 4.000 hectáreas de cultivo de uva de vinificación en las comarcas de Vall d’Albaida, La Costera y La Ribera Alta y otras doscientas hectáreas más de cítricos y caquis. También ha resultado dañado el arroz de la variedad bomba que estaba a punto de ser recolectado.
La gota fría ha traído también graves daños para los cultivos de Murcia. Hay campos completamente inundados que tenían cultivos de hortalizas, cítricos y uva de mesa. En uva de vinificación, la vendimia se ha paralizado en las comarcas de Jumilla, Yecla y Bullas. Frutas como la granada o el caqui también han registrado daños, aun sin evaluar. Al agua caída hay que sumar la proveniente del desbordamiento del río Segura y de la rotura del canal del Trasvase Tajo-Segura.
Más de 350 hectáreas de cultivos de invernadero se han visto afectadas por las inundaciones en Almería y cerca de un centenar más con caídas de las estructuras. Los cultivos más afectados son el tomate y el calabacín. A eso habrá que sumar las hectáreas inundadas en las comarcas del interior.
En Málaga los daños registrados han sido por pedrisco en cultivos de alcachofa, lechuga, tomate, cítricos, aguacates, aceituna y frutales en la zona del Guadalhorce. En la comarca de Antequera ha habido tornados y pedrisco que han afectado a cultivos hortícolas como el espárrago. Las rachas de vientos fuertes han provocado la caída de frutos de mango y aguacate en la Axarquía.
En Castilla-La Mancha, la provincia con mayores daños es Albacete donde se han anegado explotaciones agrarias de viña en Fuente Álamo, lo que dificulta y retrasa la vendimia; en Almansa, donde entre 7.000-8.000 has, de viña sufren daños de distinta consideración y otras 700 hectáreas de hortícolas han resultado dañadas y Montealegre, donde los daños se centran en viñas y almendro.
Ya en el centro de la península, Madrid, registra daños en los cultivos de huerta (arrasada al 100%), olivar, donde la cosecha será casi nula y viña, lo que quedaba por recoger. La zona sureste (Arganda, Velilla de San Antonio, Alcalá de Henares, Villar del Olmo, Daganzo, Nuevo Baztany Campo Real) ha resultado la más perjudicada.
En todas las provincias siniestradas el desbordamiento de ríos y arroyos y la rotura de diques y muros de contención han hecho que los daños, además de en los cultivos, sean incalculables en infraestructuras como caminos, accesos a fincas, naves, almacenes, vallados, sistemas de regadío, emparrados…etc.
Por todo ello, ASAJA pide al Gobierno la Declaración de Zona Catastrófica para todas las provincias siniestradas, así como un Plan urgente de Ayudas para los agricultores afectados que les permitan hacer frente a los daños que han tenido y recuperar sus explotaciones para hacer frente a una nueva campaña de producción.