La calidad de los tomates de la IGP La Cañada otorga el toque nutricional, vitamínico y de fibra al gazpacho andaluz

La calidad del tomate empleado a la hora de elaborar un gazpacho es uno de los pilares en los que se asienta el futuro éxito de esta tradicional receta de origen árabe fuertemente implantada en Andalucía.

 

 Gabriel Martínez, Gaby, gerente del Grupo de Restauración Gaby, es muy claro en este sentido. «El gazpacho tiene un valor nutricional alto, supone una importante fuente de hidratación, vitaminas y minerales, sin olvidar la cantidad de fibra». La importancia de que el mismo sea elaborado con unos buenos tomates es algo primordial para el cocinero: «El reconocimiento nacional e internacional con el que cuentan los tomates de la IGP La Cañada son una garantía de calidad y extraordinario sabor a la hora de preparar un buen gazpacho andaluz. No es raro que podamos pasear por ferias o mercados de otros países y nos topemos con ejemplares de la IGP La Cañada de Almería».

A este respecto, Francisco López, presidente del Consejo Regulador de la IGP Tomate La Cañada ha asegurado que «es importante que en el sector de la hostelería tengan en cuenta nuestros tomates y valoren de ese modo la calidad de los mismos a la hora de preparar un plato tan típico como el gazpacho andaluz, que ya es reconocido no sólo en nuestra Comunidad Autónoma, sino que podemos decir que está traspasando todas las fronteras». «El gazpacho es algo tan nuestro como el verano en la playa, por ejemplo, muy propia de España. Tiene diferentes modos de hacerlo y varias composiciones distintas. Lo que sí sabemos con certeza es que ¡con nuestros tomates sale buenísimo! Y de este modo lo avalan los expertos».

Gaby también ha aportado en este sentido que «la base fundamental es el tomate, al que normalmente se le añade cebolla, pimiento, pepino, miga de pan, aceite, agua y sal». El gerente del Grupo de Restauración Gaby no tiene inconveniente en hablar de los trucos a la hora de preparar un buen gazpacho. «Ponerle mucho cariño en la elaboración es fundamental. La piel del pepino se debe quitar, es importante porque de no hacerlo puede amargar. Si queréis una mezcla de dulce y salado, probad a echarle unas uvas o unos trozos de manzana. Si además le añadís pan tostado… ¡está delicioso!».

La llegada de las estaciones de primavera y verano también hace que la preparación de gazpacho en los hogares andaluces se dispare. «Es importante en esta época estar bien hidratado, y por supuesto cubrir las necesidades de nutrientes, especialmente la proporción de verdura diaria que necesitamos. En verano no apetecen comidas copiosas sino algo fresco, el gazpacho es un perfecto aliado, Además un vaso de gazpacho engorda menos que un yogur», señaló Gaby.

La historia del gazpacho es antigua. «El origen de la palabra se remonta varios siglos atrás, en tiempos de la ocupación árabe en Andalucía y poco tenía que ver con los ingredientes con los que conocemos hoy en día. La receta más conocida y exportada internacionalmente es la del gazpacho andaluz, con el tomate como absoluto protagonista y no se sabe a ciencia cierta cómo se originó pero se estima que pudo ser a principios del siglo XIX. No existen datos concretos de cuando la gente comenzó a tomarlo pero se cree que hubo gran aceptación desde su nacimiento ya que era asequible para todas las clases sociales».

Aunque en principio, el gazpacho puede ser elaborado con tomates que reúnan las condiciones óptimas para ello, hay que destacar que los que pertenecen a la IGP Tomate La Cañada de Almería cuentan con el aval de crecer en un entorno óptimo, el del Parque Natural.

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