La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía, se ha reunido esta mañana con IU, en el marco de contactos con las organizaciones que han colaborado en la elaboración de su programa electoral. En este encuentro, COAG Andalucía ha recordado la necesidad de estabilidad en el nuevo gobierno andaluz, más allá de la fórmula que finalmente escojan los partidos políticos que actualmente negocian esta cuestión. Lo fundamental para COAG es que el nuevo gobierno andaluz reconozca el valor estratégico de la agricultura y defienda a un sector que, frente al modelo especulativo que nos ha llevado a la crisis, es un ejemplo de la economía real y generadora de empleo que puede contribuir de manera decisiva a sacar a Andalucía de esta situación.
Esta organización agraria ha recordado que nuestra comunidad, por la importancia de su actividad agraria, debe tener una posición fuerte en el debate de la reforma de la PAC y en las cuestiones relacionadas con la actividad agraria que se deciden en Bruselas. En ese sentido, COAG ha destacado que nuestro país ha cedido tanta soberanía a la UE que ésta firma en nuestro nombre acuerdos comerciales que no responden al interés general, sino al de unos pocos grupos de poder. Por eso, Andalucía debe asumir el papel que le corresponde y rechazar con contundencia los acuerdos que atacan directamente a sus sectores estratégicos, como ha ocurrido recientemente con Marruecos.
Además, en el contexto del debate sobre la reforma de la PAC, el nuevo gobierno debe actuar para garantizar los principales problemas que acontecen en el sector agrario.
Por último, Andalucía tiene que liderar una estrategia global en materia de producción, transformación y comercialización en sectores estratégicos como las frutas y hortalizas o el aceite de oliva, que generan el 80% del empleo agrario. Para ello, el gobierno andaluz debe luchar por conseguir el reequilibrio de los precios en origen, utilizando las herramientas de las que disponemos y poniendo en práctica iniciativas valientes, innovadoras e imaginativas que impliquen a la Administración y al sector pero también a las entidades financieras, para que hagan posible la tan necesaria liquidez.
En conclusión, se trata de optar por un sector de economía real, asentado en el territorio, que propone un modelo de desarrollo, riqueza y empleo El sector agrario y la industria a él asociada aportan actualmente el 20% del PIB andaluz, contribuyendo a equilibrar la balanza comercial andaluza, con un superávit de más de 3.500 M€, y constituyendo el principal sector, cuando no el único, generador de empleo en el medio rural (500.000 trabajadores). La producción final agraria alcanzó en 2010 los 10,2 M€, lo que supone casi un 25% de la PFA estatal. Además, nuestra comunidad autónoma cuenta con más de 200.000 explotaciones que tienen una media de 22 hectáreas, muestra del carácter social y de la diversidad de nuestro modelo.
Por eso, frente al menosprecio mostrado por el gobierno de la nación, que ha recortado los fondos para Agricultura en más de un 31%, el futuro gobierno andaluz debe dar a la agricultura y la ganadería el lugar que les corresponde, con apoyo económico pero sobre todo con políticas que garanticen la viabilidad de la actividad agraria y la consoliden como uno de los pilares que pueden contribuir a que Andalucía supere la actual situación de crisis.