La Asociación de Jóvenes Agricultores de Almería advierte de una oleada de robos que se está produciendo en el último mes en las explotaciones apícolas de la provincia. «La escasez de lluvias ha provocado una disminución en el número de colmenas disponibles, lo que se traducirá en una bajada importante de miel y polen para este año, situación incomoda para los colmeneros que verán bajar sus ingresos por estos conceptos, incluso pudiendo llegar a perderlo todo en el caso de ser víctima de los robos de colmenas», explica Francisco Vargas, presidente de Asaja-Almería. En cambio, añade, «para aquellos que son amigos de lo ajeno ven en esta dificultad una oportunidad para incrementar los ingresos propios, situación que hace permanecer en alerta a todos los propietarios de explotaciones apícolas de nuestra provincia».
En Almería existen más de 250 explotaciones apícolas profesionales y casi 900 explotaciones no profesionales, que a su vez entre ambas, tienen más de 140.000 colmenas que pueden llegar a producir más de dos millones de kilos de miel. Otro ejemplo de la utilización de las colmenas es para llevar a cabo la polinización en cultivos como sandía y melón de la provincia utilizándose una media de seis colmenas por hectárea y semana para tal fin.
Otra de las preocupaciones de los productores apícolas es el robo de enjambres aunque, aclara Vargas, «aquí es mas difícil de demostrar ya que no desaparece la colmena sino que se llevan una parte de la población con una nueva reina que formara su propia colmena en otro cajón». Al problema de los robos de colmenas y enjambres hay que añadir la disminución de enjambres en años de sequía, lo que sin duda supone otra perdida económica importante para el apicultor. De esta forma, se explica que ante la creciente necesidad de colmenas, «los especuladores de lo ajeno incrementen la oleada de robos en nuestra provincia, que además, también se están produciendo en otras provincias limítrofes como Granada o Murcia», apunta Francisco Vargas.
Asaja insiste en la importancia de presentar denuncias para que las autoridades «tengan conocimiento de la situación real en la que nos encontramos», señala Vargas.