La compañía del sector verde, Grupo Projar fabrica placas de fibra de coco para usar en la mejora de la estructura de suelos que están encaminados, sobre todo, a la producción hortícola como tomates, pepinos, calabacines, pimientos o berenjenas.
La utilización de estas placas, compuestas al 100% por fibra de coco, permite aumentar la oxigenación del suelo y asegurar la disponibilidad de agua, además de servir como reservorio de nutrientes. Entre sus ventajas también destaca la mejora del sistema radicular de las plantaciones que la utilizan y la estructura del suelo.
Estas placas de fibra de coco también permiten el fácil manejo de los sistemas de riego y facilitan el transplante, evitando el estrés a las plantas.
Además, junto a las ventajas a la hora de incorporar a la plantación, el uso de la fibra de coco como mejorante del suelo permite obtener un adelanto de la producción. De este modo, logra una mayor productividad que beneficia a productores agrícolas y cosechadores.
Adelanto de la producción
Su utilización se puede llevar a cabo en cuatro sencillos pasos. En una primera fase, se prepara el suelo o terreno de cultivo mediante la realización de zanjas de plantación. Tras esta maniobra se introducen las placas de fibra de coco en hilera y se deja un espacio entre ellas de unos 3 centímetros aproximadamente.
Después se procede a la colocación de las líneas de gotero y a la hidratación de las placas mediante el riego. Tras ello se procede a la plantación.
Estas placas de fibra de coco tienen además la particularidad de poder ser utilizadas en agricultura ecológica ya que están certificadas como aptas para uso en agricultura ecológica según los reglamentos CE Nº 834/2007 y 889/2008. Ecocert.
Para la Responsable de Comunicación de Grupo Projar, Miriam Carretero, “la fibra de coco es un producto utilizado desde hace 15 años en agricultura. Sin embargo, el uso como mejorante de las propiedades del suelo para favorecer una mayor y más rápida producción de los productos hortofrutícolas es una técnica sobre la que hemos empezado a trabajar unos años después ”.
En este sentido, explica que “es entonces cuando los ingenieros y técnicos de Projar comprobaron que repercute en numerosos beneficios para este tipo de plantaciones”.
Grupo Projar
Grupo Projar nació en 1972 para dedicarse a la extracción y comercialización de turba, material orgánico que se emplea como combustible y para la obtención de sustratos. El crecimiento de la compañía ha sido constante y en los años 80 abrió dos centros logísticos en Almería y Murcia. Actualmente cuenta con instalaciones en Valencia, Madrid, Almería –fábrica y centro logístico-, Málaga y Lisboa. Y otros puntos logísticos como Barcelona y Pontevedra.
Además Projar adquirió hace unos años la empresa de paisajismo Paimed, para completar su oferta de servicios. El conjunto del grupo logró en 2017 una facturación superior a 33 millones de euros y cuenta con 230 empleados.