El Grupo de Tomate perteneciente al Comité Mixto Hipano-Franco-Italiano ha decidido presentar un informe a los distintos Gobiernos nacionales a los que pertenecen sus integrantes, así como a la Comisión de Agricultura y el Parlamento de la Unión Europea proponiendo un único método para establecer los precios de referencia y el control de las exportaciones hortofrutícolas que llegan a territorio comunitario procedentes de terceros países.
En estos momentos, como explicó Andrés Góngora, responsable estatal de Frutas y Hortalizas, y secretario provincial de Coag, al término de la reunión celebrada en París, «existen tres sistemas diferentes que hacen que, dependiendo del mercado se utilicen unos u otros, lo que perjudica al producto comunitario». De esta forma, este grupo en el que se encuentran representadas las organizaciones agrarias Asaja, Coag y UPA, así como Cooperativas Agroalimentarias y la Federación Nacional de Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), tratan de unificar criterios en los sistemas de control y vigilancia de las importaciones que se llevan a cabo en la Unión Europea. Como confirmó Francisco Vargas, responsable estatal de Frutas y hortalizas de Asaja y presidente de la organización en Almería, «vamos a trasladar al debate que se abrirá sobre los controles de las importaciones que procedan de terceros países que es imprescindible unificar criterios y establecer un único método de control».
El principal tema abordado en la reunión fue el análisis de la situación del producto comunitario en relación a las importaciones de la UE de hortalizas que se cultivan en terceros países, más si cabe, después de la reciente aprobación de la renovación del Acuerdo entre La Unión Europea y Marruecos. Los representantes del sector de los tres países mostraron su preocupación por las repercusiones de la competencia que ejerce en tomate el país alauita. Los representantes franceses e italianos, apuntó Andrés Góngora, «se han mostrado bastante sensibles a los efectos que está generando la entrada en la Unión Europea de diferentes variedades de tomate como pueden ser el cherry, parcela en la que Marruecos está ganando cuota de mercado y está perjudicando al producto que se cultiva en Francia, Italia o España». En este sentido, Francisco Vargas comentó que «se ha llegado a un acuerdo para solicitar que, en estos tipos de tomate en concreto que suponen un mayor valor añadido, aumente el precio de entrada durante todo el año». En estos momentos el país alauita, añade Vargas, «se está aprovechando de los actuales precios de entrada para exportar productos competitivos a bajo precio apostando por especialidades, como es el caso del tomate cherry, rama, o cocktail, por ello se pone de manifiesto la necesidad de que a estos productos se les aplique el precio comunitario y no el reducido, que desde octubre a mayo es de 0,46 euros por kilogramo».
Equiparar los requisitos exigidos a los productores extra comunitarios que venden sus productos en la Unión Europea a los de los agricultores de la UE, fue otra de las propuestas en las que insistirán ante las administraciones europeas. Así, reivindicarán de nuevo la necesidad de que las condiciones sean las mismas para todos, tanto en el uso de fitosanitarios como en todo aquello relacionado con aspectos socio laborales.
El balance que hacían los representantes del sector del tomate de los tres países dejaba de manifiesto los bajos precios a los que se había vendido el producto durante el pasado año, en la que tuvo incidencia la crisis de la ‘E. coli’, sobre todo en los meses de producción de Francia.