Los agricultores del Bajo Andarax andan con la ‘soga al cuello’. Están atados de pies y manos, soportando el día a día sin agua para sus cultivos, y con el agravante de que urge saber si tendrán recursos hídricos para cultivar el año que viene. No pueden iniciar inversiones en semillas, plásticos, etcétera, y por tanto no están en disposición de planificar el año que viene. Son más de 1.300 los agricultores afectados por el corte de agua decretado hace ya dos meses por la Junta de Andalucía, y son alrededor de 3.000 hectáreas de cultivos de invernaderos las que se quedarían sin producir la próxima campaña si el agua no llega pronto para los productores.
Los agricultores, en su desesperación están estudiando todo tipo de medidas para volver a contar con el agua que tan necesaria es para continuar manteniendo a flote su actividad económica. La falta de agua no solo supone la pérdida de su economía familiar, sino también la de miles de puestos de trabajo que dependen de que el Bajo Andarax cultive de cara al próximo ejercicio agrícola.
Ante esta situación, los productores están llamando a la puerta de todas las administraciones públicas, para que tomen parte en el asunto y no den la espalda a miles de hectáreas de cultivo, con las repercusiones económicas que eso conlleva. «Buscamos la colaboración en la parte que les competa para que esto no se vaya a la ruina, comentó Pepa Miras, una de las comuneras de Cuatro Vegas.
Si finalmente no pueden cultivar, los agricultores están dispuestos a reclamar vía judicial las pérdidas que ocasione el paro de su actividad agrícola, exigiendo la responsabilidad patrimonial a la Junta de Andalucía. Tomarán así las medidas legales oportunas para que se restituya el daño que se le ocasiona al privarle del acceso al agua.
«No se puede permitir que otras entidades que tienen intereses en que se riegue con otras aguas interfieran en nuestra actividad y entorpecer los derechos adquiridos de la comunidad de regantes», manifestó Pepa Miras, insistiendo en que «lo único que queremos los agricultores es agua para cultivar, sin más intereses».
Los regantes de Cuatro Vega están unidos, como dejaron claro apoyando a su presidente, José Antonio Pérez, en la asamblea general que se celebró hace hoy una semana. Lo están porque tienen un mismo objetivo, y se muestran firmes ante posibles injerencias en lo que consideran sus intereses, como Miras.
Pero además, los productores del Bajo Andarax no están solos en esta causa ya que cuentan con el apoyo de las organizaciones agrarias Asaja y Coag. Representantes de ambos colectivos mantuvieron una reunión con un grupo de comuneros, en los que, estudiaron, entre otras acciones, llevar a cabo una movilización para reivindicar una solución urgente para poder planificar con cierta tranquilidad la próxima campaña.
En estos momentos siguen pendientes de la decisión judicial sobre la petición tramitada por la Comunidad General de Regantes de la EDAR de Almería para obtener la cautelar sobre el corte de agua dictaminado por la Administración andaluza.
Durante este tiempo que persiste el problema en el Bajo Andarax, tato Asaja como Coag Almería, han mantenido contactos con las Administraciones competentes y entidades afectadas con la finalidad de que «busquen una solución y lleguen a un acuerdo para que los productores dispongan de su agua para riego. No se puede continuar en esta situación y es hora de aunar fuerzas para que no peligre la próxima campaña que está a punto de comenzar. Las quejas de los agricultores son continuas y entendemos su preocupación».
Estas dos organizaciones agrarias recordaron que estos agricultores son propietarios de explotaciones agrícolas que tienen autorizado el riego y tienen derecho a él por lo que «hay que poner en marcha todos los recursos hídricos de calidad disponibles en la zona», defendieron Asaja y Coag.