En una primera estimación, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) calcula que el sector apícola podría perder en la primera parte de campaña 98,1 millones de euros [1] si no llueve con regularidad antes de que finalice el mes de marzo. «Los apicultores españoles viven ya una situación desesperada ante la constatación que el campo sufre la sequía más grave de los últimos sesenta años, con el inminente inicio de la campaña de miel y polen de primavera y sin visos de que el retorno de las lluvias reponga las floraciones melíferas que ya se han perdido y las que faltan por llegar», ha apuntado Ángel Díaz, responsable del sector apícola de COAG Andalucía.
En nuestra comunidad, al igual que en Valencia, Castilla La Mancha, Murcia y Aragón, la floración de la miel de romero está a punto de perderse totalmente y hay daños importantes en el almendro así como en buena parte de las floraciones de miel de tomillo y de mil flores en la mayoría de las regiones productoras. La floración de azahar tiene también una pésima previsión en Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia, porque a la sequía se han añadido las heladas, agravándose negativamente su situación. En Andalucía, si no llueve, se prevé que los agricultores puedan reducir drásticamente la siembra de girasol con unos efectos muy adversos para la producción de miel de este cultivo.
Además, a punto de finalizar la invernada de 2012, la mortandad de colonias de abejas o el denominado «síndrome de despoblamiento» de las colmenas, alcanza en la mayoría de las regiones productoras una media del 30% frente la media del 5/10% de mortandad natural, llegándose en algunos casos hasta el 40 % por la falta de recursos alimenticios en el campo a los que se han tenido que enfrentar las abejas desde el otoño. Asimismo, la sequía pone en grave peligro la enjambrazón de primavera (reposición de enjambres), que es fundamental para incrementar el número de colmenas y paliar la importante pérdida de ingresos que este problema estructural ocasiona anualmente a los apicultores profesionales.
Ante esta situación, el sector apícola de COAG pide al Ministerio de Agricultura que ponga en marcha de inmediato un paquete de ayudas y medidas fiscales para poder hacer frente a una situación que en la mayor parte de las regiones productoras de miel pueden tener graves consecuencias. Además, esta organización lamenta que la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) no haya asumido una profunda revisión en 2011 del Seguro de sequía e incendio en apicultura pese a las reiteradas peticiones hechas por el sector, al seguir siendo un clamoroso fracaso por la escasa demanda de los apicultores profesionales.
Andalucía cuenta actualmente con más de 3.100 explotaciones y cerca de 530.000 colmenas. El 63% de los pueblos andaluces tienen actividad apícola. La producción en un año normal ronda las 7.000 toneladas de miel, 300 toneladas de cera y 100 toneladas de polen, que aportan a la PFA más de 61,5 M€.