Manzanos, perales, membrilleros, nísperos, acerolos, higueras, grana-dos, chumberas, azufaifos y otros frutales no cítricos, contaron el pasado año con una superficie de unas 700 hectáreas (unas 50 menos que en 2010), en las que se cosecharon algo más de 3.600 toneladas (unas 400 menos que el año anterior), según los datos de la Delegación de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.
El sector hortofrutícola almeriense, gracias a la pujanza de los cultivos bajo plástico –con casi dos cosechas por año en sus 27.000 hectáreas de invernaderos- obtiene anualmente en torno a 2,9 millones de toneladas de frutas y hortalizas, prácticamente el 90% de la producción agrícola de la provincia. Sin embargo, entre esta potente agricultura intensiva, en la provin-cia existen otros cultivos de frutales que por su presencia testimonial se podrían considerar ‘exóticos’.
En buena medida, se trata de horticultores que, al tiempo que cultivan productos hortofrutícolas intensivos, experimentan con nuevas variedades de frutales -como es el caso del ciruelo-, con el fin de buscar productos más comerciales.
Entre estos frutales ‘minoritarios’ de la provincia, destacan el manzano, con 100 hectáreas de superficie y una producción de 900 toneladas en la pasada campaña.
Unas 70 hectáreas se dedican al cultivo del ciruelo, que en 2011 produjo 417 toneladas, mientras que el castaño ocupa unas 70 hectáreas, si bien la producción de castañas fue de 230 toneladas.
Superficies más reducidas se dedican a cultivos como el cerezo (54 hec-táreas y 290 toneladas); la higuera (43 hectáreas y 95 toneladas); el melocotonero (43 hectáreas y 360 toneladas); el albaricoquero (35 hectáreas y 228 toneladas); y el nogal, con 116 hectáreas y una producción estimada de 64 toneladas de nueces.
Hay frutales que, por su forma de cultivo y su dispersión, son difíciles de cuantificar, tanto en extensión como en producción. De acuerdo con los datos que maneja el Servicio de Estadística de la Delegación de Agricultura y Pesca, en la provincia hay unas 72 hectáreas de cultivo de chumbera, que el pasado año produjeron 166 toneladas de higos chumbos. También hay contabilizadas unas 3 hectáreas de azufaifo, guayabo, kaki, grosellero y moral, con una producción estimada de 21 toneladas de frutos; y 2 hectáreas de acerolos, que produjeron 16 toneladas de este frutal de verano.
En la provincia también existen unas 24 hectáreas de granados, que el año pasado dieron una cosecha de 250 toneladas, mientras que en las 3 hectáreas de aguacates registradas se cosecharon unas 3 toneladas de frutos.