La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (COEXPHAL) ha organizado un ciclo de jornadas técnicas que tendrá como tema central las energías renovables como factor de competitividad en la industria agroalimentaria. Este ciclo se llevará a cabo en doce jornadas a lo largo del año y se enmarcan en el Proyecto Difusión para el Fomento del Ahorro y Eficiencia Energética en la Industria Agroalimentaria que está financiado por la Agencia Andaluza de la Energía, organismo dependiente de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia.
La primera jornada técnica ha tratado sobre la Energía Eólica de pequeña y mediana potencia como inversión productiva en la Industria Agroalimentaria. En ella se ha analizado el actual estado del sistema eléctrico y las repercusiones que tiene el mismo sobre la pérdida de competitividad de las empresas agroalimentarias. Se han expuesto las distintas actuaciones que pueden ser llevadas a cabo con el fin de mejorar las competitividad de la industria agroalimentaria desde el punto de vista eléctrico.
Debido a los importantes cambio introducidos en el sector energético tras la publicación del Real Decreto Ley 01/2012, se ha analizado en profundidad una de las alternativas con mayor potencial de implantación en las industrias agroalimentarias, la energía eólica de pequeña y mediana potencia. Para ello han tratado los ponentes tanto el funcionamiento de esta tecnología, como casos prácticos aplicados a industrias agroalimentarias.
El sector hortofrutícola actualmente se encuentra en situación de crisis estructural con costes en constante aumento y valor de la producción en continuo descenso. Soporta la competencia de terceros países que tienen costes sociales y medioambientales más bajos y de otras zonas dentro de Europa altamente tecnificadas. Por ello, en Coexphal se investigan nuevas fórmulas de rentabilidad para los empresarios del sector hotícola. La generación eléctrica para el autoconsumo en la industria agroalimentaria son el futuro inmediato por el que pasa la competitividad de las empresas, explorando las ventajas tradicionales propias (clima invernal benigno, la luz y el calor solar, régimen de vientos, biomasa y geotermia), estudiando otros modelos altamente productivos (como Holanda e Israel), y proponiendo modelos adaptados a la peculiaridad andaluza del sector hortofrutícola.