Los agricultores integrados en la Asociación Rega aseguran que cumplirán su promesa si la Junta directiva de la Comunidad de Regantes Sol y Arena no convoca una Asamblea extraordinaria tal y como solicitaron los socios aportando más de 600 firmas. «Hace casi un mes que se hizo efectiva la petición. Anunciamos entonces que si no se procedía a convocar en tiempo y forma esta Asamblea, irían a los tribunales, promesa que mantenemos actualmente». Además de las firmas de los comuneros solicitando la convocatoria, Rega asegura que se ajustó a la legalidad que establecen los estatutos de Sol y Arena para llevar a cabo dicho trámite. Así, recuerdan desde Rega que también se aportó el orden del día para esta asamblea y un recordatorio de los artículos de los estatutos y normativa aplicables a la convocatoria y celebración de la Junta extraordinaria».
Los comuneros agrupados en Rega mantienen que, partiendo del día que se presentó la documentación solicitando la Asamblea extraordinaria, el día 8 de febrero de 2012, «los plazos para que se convoquen dicha Junta estarían a punto de finalizar y hasta el momento no se ha hecho pública ninguna información relativa a esta convocatoria por lo que entendemos que la actual directiva podría estar menoscabando los derechos de los comuneros, recogidos también en los estatutos, y cometiendo un delito tipificado como muy grave en el reglamento de la comunidad de regantes, que fue aprobado por el propio presidente actual».
En relación a Juan romero, presidente de la comunidad de regantes Sol y Arena, desde Rega manifiestan que «lejos de atender esta petición, prefiere hacer ‘la guerra’ por su cuenta sin atender a lo solicitado por miembros de su propia comunidad, lo que sin duda le acarreará consecuencias judiciales tanto a su persona como a los miembros de la actual Junta de Gobierno». Asimismo, en esta asociación recuerdan que en su día «los actuales dirigentes de Sol y Arena se postularon como las personas que iban a democratizar la comunidad, sin embargo, nos hemos encontrado con un oscurantismo que deseábamos olvidar», apuntan en Rega.