América Latina puede convertirse en el granero mundial que alimente a los 9.000 millones de habitantes calculados para 2050 si acomete ciertas acciones para mejorar su productividad agrícola, según un nuevo informe divulgado por el BID.
El trabajo publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en conjunto con la Global Harverst Initiative (GHI), identifica los retos, recomendaciones y puntos de acción necesarios para convertir a Latinoamérica, que ya es la mayor región exportadora neta de alimentos del mundo, en «la próxima despensa global». En los próximos decenios, el crecimiento demográfico y grandes cambios en la dieta ejercerán una mayor presión sobre los sistemas agrícolas mundiales, según el informe, que asegura que ese desafío supondrá también una oportunidad de incrementar el desarrollo, reducir la pobreza y apoyar el progreso social en toda la región.
«América Latina tiene un gran potencial para ayudar a satisfacer, de manera sostenible y productiva la creciente demanda de alimentos, pastos, fibras y combustible de nuestro planeta», aseguró en un comunicado Margaret M. Zeigler, directora ejecutiva del Global Harvest Initiative, una organización privada que fomenta la productividad agrícola. Zeigles aseguró que eso requiere poner en marcha una agenda integral de políticas favorables a la agricultura , con la que «América Latina puede atraer las inversiones e innovaciones necesarias para convertirse en la despensa global del siglo XXI».
Según el informe, Latinoamérica y el Caribe aporta cerca del 11 por ciento del valor de la producción mundial de alimentos y cuenta con cerca del 24 por ciento de la tierra cultivable del mundo. Asimismo, se estima que posee un 28 por ciento de la tierra que se considera tiene un potencial medio-alto para la expansión sostenible de la superficie cultivada del mundo. El 36 por ciento de la tierra, además, está como promedio a unas seis horas de los mercados locales.