El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha mostrado hoy su disposición a alcanzar un acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común «siempre que sea positivo y beneficioso para los agricultores españoles y nos permita un esquema en el que los diferentes cultivos sigan percibiendo unos niveles similares de apoyo a los actuales y no haya flujos financieros significativos entre territorios».
A la entrada del Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea, en Luxemburgo, el ministro ha explicado que la Comisión «empieza a ser sensible a la estrategia que ha puesto en marcha el Gobierno español» y que las negociaciones para alcanzar un acuerdo final sobre la reforma continúan avanzando, «aunque la negociación está aún muy abierta en temas que son importantes para España».
En este sentido, el ministro ha señalado que los problemas básicos se encuentran en cerrar el modelo de convergencia interna, donde España está trabajando «en varios frentes». Así, Arias Cañete ha indicado que se está negociando que los pequeños agricultores estén exentos de la convergencia. «Eso dejaría fuera de la convergencia de condicionalidad y de reverdecimiento a casi más de la tercera parte de los agricultores españoles», si el umbral se fijara en los 1.250 euros de ayuda por año.
A este respecto, el ministro ha reiterado que España no comparte los niveles de convergencia interna que quiere la Comisión, cuya propuesta pretendía una tasa plana absoluta del 100% «y, por lo tanto, en este momento estamos negociando porcentajes muy inferiores»
Al mismo tiempo, el titular de Agricultura ha indicado su intención de negociar la introducción de una cláusula de delimitación de pérdidas, para aquellos casos estadísticos puntuales que se pudieran producir, para que nadie pueda perder por encima de un determinado umbral.
Además, Arias Cañete ha afirmado que España quiere que el greening o pago verde se calcule a nivel de explotación y no a nivel nacional, «porque si se calculara a nivel nacional habría una convergencia automática inicial del 30% que se iría sumando a otras». En este terreno, el ministro ha indicado la necesidad de combinar este cálculo con un modelo de regionalización, «que combine las comarcas geográficas, las características agronómicas y los niveles económicos de ayuda, de tal manera que con un número importante de comarcas, también se flexibilice la convergencia interna».
También en materia de reverdecimiento, el ministro ha afirmado que se está negociando que los cultivos permanentes sean cultivos que cualifiquen para recibir las ayudas de greening sin ningún otro requisito, «lo que situaría a los olivares, los viñedos, los cítricos y las hortalizas como superficies exentas de requisitos adicionales».
Por otra parte, Arias Cañete se ha referido a las negociaciones para mantener los mecanismos de ayuda a sectores como el tabaco y el algodón en los niveles actuales, «ya que son dos cultivos de enorme impacto económico y social en determinados territorios españoles»
En el ámbito de la prórroga de las cuotas del azúcar, «nosotros defendemos, como mínimo, la prórroga hasta 2017», mientras que en el campo del viñedo, «que las autorizaciones a la plantación se prorroguen para limitar la expansión de los cultivos hasta el año 2024, como mínimo», ha detallado.
Por otro lado, Arias Cañete también ha explicado los avances en materia de desarrollo rural, «donde ya tenemos el Programa Nacional de Desarrollo Rural y mejoras muy importantes en regadío». En este ámbito, «queremos que los porcentajes de cofinanciación que se pactaron en el Consejo Europeo de marzo, se apliquen también por el Parlamento y por el Consejo».
En sus declaraciones, el ministro ha afirmado que ha calado el mensaje de que España no es un país con producciones continentales homogéneas, sino que coexiste una amplia diversidad de cultivos. «Es decir, somos un país con una riqueza de cultivos y una biodiversidad magnífica, lo que hace que no se puedan dar tratamientos uniformes y que la aplicación de convergencias llevadas al último nivel produzca una enorme injusticia», ha recalcado el ministro, quien espera que ahora la Comisión ofrezca «todas las herramientas» para conseguir la flexibilidad necesaria.
Por último, Arias Cañete ha explicado que también se va a trabajar en la modificación de los precios de entrada de las frutas y hortalizas procedentes de terceros países, para conseguir un mayor control de las importaciones, «que también es uno de los objetivos que tenemos que cerrar en la reforma». Y en el caso del aceite, se va a tratar la recuperación de los precios de referencia, que son los desencadenantes del almacenamiento.