El Secretario General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Carlos Domínguez, ha subrayado como, tras las verificaciones e inspecciones realizadas en las importaciones de productos pesqueros, «España es el país de la Unión Europea que mayor número de denegaciones realiza». En este sentido ha señalado que en 2012, la inspección pesquera española realizó más del 50 por ciento de las denegaciones que se produjeron en todos los países de la Unión Europea, una situación que ha calificado como «grave y preocupante»
Así lo ha expuesto en la presentación del balance del control de las importaciones de los productos pesqueros que ha tenido lugar en la sede de la Secretaría General de Pesca.
Domínguez ha destacado la labor de los servicios de control e inspección de pesca española que debe atender anualmente una media de 45.000 solicitudes que deben estudiar, aprobar o denegar. Unos controles que se llevan a cabo en aplicación del Reglamento comunitario para combatir la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, «cuyo objetivo es impedir que aquellos que practican la pesca ilegal introduzcan los productos en el mercado comunitario» ha resaltado el Secretario General.
En relación con la aplicación del Reglamento y, en base a los datos sobre denegaciones en los dos últimos años, Domínguez ha destacado la permisividad que se constata en otros Estado Miembros, y ha advertido del riesgo de que ante los controles rigurosos en España, se produzca un flujo comercial a otros «puertos de conveniencia», con el consiguiente perjuicio económico para los puertos españoles.
«Nosotros aplicamos el control de las importaciones para que no haya competencia desleal de sectores pesqueros de otros países que practican la pesca ilegal, pero, del mismo modo, no podemos aceptar que otros puertos de la Unión Europea hagan competencia desleal a los nuestros, por ser mas permisivos de lo que el reglamento obliga» ha afirmado el Secretario General
Por ello, ha planteado mejoras que deberían introducirse en los controles de la pesca ilegal, reclamando en primer lugar una mayor implicación de la Unión Europea para que se asegure en todos los Estados Miembros el mismo nivel de control a través de las oficinas de coordinación, mediante un trabajo en red. «El resultado será un mayor número de verificaciones, mayor número de denegaciones y conseguir un frente común de la UE contra las importaciones ilegales», ha indicado Domínguez.
También ha señalado la necesidad de que la Comisión Europea promueva una mayor transparencia en los informes de actividad anual de los distintos Estados Miembros, y de establecer un control estadístico unificado de las importaciones «de manera que podamos hacer un seguimiento de las cuotas que van gastando otros países no comunitarios».
El Secretario General ha finalizado su intervención manifestando su confianza en una pronta pero profunda revisión del Reglamento, «incorporando en las modificaciones la experiencia que hemos ido obteniendo, y de la que España puede hacer gala, tras las numerosas investigaciones que se están llevando a cabo estos años». Esta modificación, ha añadido Domínguez, «no sólo del Reglamento, sino también de la forma de aplicarlo», desembocará en una igualdad de condiciones para todos los países de la Unión Europea y así hacer frente a la pesca ilegal.