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Gestión de la Diversidad (y II)

Las alternativas de cultivos.

La alternativa es la distribución en el espacio de los cultivos de la explotación agraria, mientras que la rotación es su disposición en el tiempo. La alternativa distribuye las superficies existentes entre los cultivos y representa diversidad real del sistema.

A la hora de establecer la distribución de cultivos a realizar hay que tener en cuenta la rotación de cada parcela y también las siguientes consideraciones:

 

  • La necesidad de rentabilidad y disponibilidad de mano de obra. Hay que dar prioridad a los cultivos que aseguran la economía de la explotación, que respondan bien a las características agroclimáticas locales y que tengan demanda por los consumidores. Los productos más rentables suelen ser los que demandan más mano de obra, por lo que se debe valorar la disponibilidad y la concentración de trabajo que se pueden producir en ciertos momentos, así como los desembolsos económicos correspondientes.
  • Las necesidades de forrajes para el ganado.
  • La necesidad de humus o materia orgánica que podemos conseguir de origen vegetal y la posible necesidad de plantas mejorantes para solucionar algún problema del suelo.
  • La posibilidad de controlar alguna adventicia o alguna plaga o enfermedad del suelo al establecer un cultivo que les sea contrario.

A continuación se citan como ejemplo algunas rotaciones típicas de la Huerta de Valencia:

  • Patata temprana chufa cebolla alcachofa (3 años) lechuga coliflor.
  • Coliflor cebolla chufa patata lechuga alcachofa (3 años) melones.
  • Tomate guisante puerro pimiento col calabacín.

Las asociaciones de cultivos.

También llamadas cultivos mezclados, acompañantes, intercalados o múltiples, consiste en hacer coincidir en el espacio y tiempo más de un cultivo. Han sido muy poco estudiadas a pesar de su importancia a lo largo de la historia y alrededor del mundo, especialmente en los sistemas de agricultura tradicional. Abarca un conjunto de técnicas muy diversas pudiendo clasificarse de diversas formas:

  • Mezclas de cultivos anuales con otras especies anuales o, especies anuales con perennes.
  • Siembras o trasplantes de plantas diversas en la misma línea de cultivo o, plantas diversas en líneas alternas, bandas o franjas de diferentes cultivos.
  • Siembra y recolección en la misma fecha o en fechas distintas. Tanto las rotaciones como las asociaciones basan sus efectos, entre otras causas, en fenómenos de alelopatía, que hace referencia a las interrelaciones generales existentes entre plantas, por la que cada especie establece algún tipo de relación con sus vecinos. Así los cultivos pueden resultarse indiferentes, que se necesiten o que no se soporten. Aparecen pues fenómenos de indiferencia, simbiosis o competencia.

Los modos por los que se producen los fenómenos de alelopatía entre los vegetales parecen ser:

  • Exudados radiculares.
  • Lavado foliar por lluvia, niebla o rocío.
  • Descomposición de restos.
  • Volatilización de compuestos.
  • Liberación de sustancias a través de semillas y frutos.
  • Proyección de sombra.

Ventajas de las asociaciones de cultivos:

  • Mayor producción por unidad de superficie cultivada. Se mide por la Relación

Equivalente de Suelo, (RES), que calcula la superficie de monocultivo de cada especie de las asociadas que se necesita para obtener la misma producción de una hectárea de cultivo asociado. Una buena asociación da valores mayores de la unidad, una mala valores inferiores, con lo cual es preferible separar estos cultivos.

Referencias centroamericanas de RES:

  • Mijo/cacahuete 1,26
  • Maíz/judía 1,38
  • Mijo/sorgo 1,53
  • Maíz/boniato 2,30
  • Maíz/judía/mandioca 3,21

A la RES se le puede criticar que no contempla que el tiempo de ocupación del suelo es mayor con el policultivo que con el monocultivo, pero aún así algunas asociaciones son muy ventajosas en cuanto a producciones.

    • Otra medida que se ha considerado es la producción diaria de proteínas o calorías por hectárea, que es superior en cultivo asociado.
    • Seguridad económica, en agriculturas de subsistencia proporciona autosuficiencia, reduce el peligro de pérdidas por oscilaciones de precios o por daños en una de ellas, ya que la otra compensa su producción.
    • Uso más efectivo de los recursos: una densidad mayor de plantas intercepta más luz, ayudado por una arquitectura diferente al monocultivo; se aprovecha mejor el agua, hay más sombra, menos evaporación directa y más transpiración a través de las plantas; el agua penetra mejor en el suelo, disminuye la erosión; se aprovechan mejor los nutrientes cuando las necesidades son complementarias y los sistemas radiculares exploran horizontes del suelo distintos; si en la asociación hay una leguminosa, fija el nitrógeno y beneficia al resto.
    • Ventajas sanitarias: junto al efecto positivo de una diversidad biológica mayor que reduce en general las plagas de insectos, se da un mayor control de las hierbas adventicias. La respuesta de las enfermedades es variable, conociéndose casos en los que disminuyen y otros en los que aumentan.
    • Los inconvenientes son evidentes, y de hecho limitan su implantación en determinados sistemas agrícolas, ya que demanda abundante mano de obra y limita o impide la mecanización de las tareas; exige una planificación adecuada; y es de difícil aplicación fuera de superficies pequeñas.

Entre los ejemplos de asociaciones más comunes en horticultura cabe citar:

 

  • Frutales en sus primeras fases + cultivos hortícolas intercalados entre las líneas de cultivo.
  • Cereal + leguminosa.
  • Tomate + cebolla.
  • Pimiento + cebolla, ajo o pepino.
  • Maíz + judía.
  • Maíz + judía + calabaza.
  • Col + lechuga.
  • Cebolla + lechuga.
  • Frutales + trébol.

 

Gestión de la vegetación acompañante.

El control de hierbas adventicias en horticultura ecológica es uno de los problemas más importantes, sobre todo por cuestiones económicas, debido al alto coste que supone, aún más en modelos minifundistas con escasas posibilidades de mecanización.

Aunque tener el suelo limpio de hierbas no es el objetivo de la agricultura ecológica, ya que juegan un papel importante en el agroecosistema, la horticultura tiene una mayor necesidad de regular la competencia entre adventicias y cultivos y no puede permitir niveles de acompañantes equiparables a los frutales ecológicos.

Entre los efectos positivos conocidos de la cobertura vegetal en las parcelas se destacan: el aumento de la diversidad de especies presentes, -así los campos ecológicos poseen más diversidad de especies que los convencionales en los que el número de especies es más bajo y el número de individuos es mucho más alto, ésto da lugar a un mayor número de artrópodos útiles. Se sabe que una cobertura de al menos un 15%, aumenta la densidad de artrópodos dentro del campo; este efecto está ligado a la mayor presencia de plantas con flores cuyo polen sirve de alimento a los adultos de los depredadores y parásitos.

Así pues, el objetivo en las parcelas de huerta será mantener diversidad de adventicias pero sin hipotecar el desarrollo del cultivo, lo que significa que se ha de convivir con las plantas espontáneas, disponiendo de mecanismos para su regulación y aceptando más flora arvense entre los ciclos de los cultivos que durante el desarrollo de los mismos

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La rotación de cultivos es básica, los cultivos delicados irán detrás de cereales, praderas, o cultivos de abonos verdes que «asfixian» a las adventicias. Conviene evitar parcelas infestadas de vivaces, parásitas o hierbas difíciles de controlar para estos cultivos. Las asociaciones de cultivo también ejercen un control de adventicias cuando su biomasa ocupa físicamente el espacio disponible.

Otras técnicas preventivas que se pueden utilizar son:

– Evitar la infestación de especies adventicias usando semilla limpia.

– Una fertilización adecuada, evitando la abundancia de nitrógeno que favorece la presencia de hierbas.

– Utilizar compost, substratos o turbas de semilleros limpios de semillas. Hay que tener cuidado con el estiércol, es necesario comportarlo para reducir la presencia de semillas no deseables.

– Elección juiciosa de la especie y el cultivar a establecer como cultivo, ya que existen variedades mejores que otras frente a una hierba no deseada.

– Elección de la fecha de siembra o trasplante. También se recomienda realizar la falsa siembra, que consiste en efectuar un riego previo para provocar las

nascencia de las semillas presentes, después se destruyen con las labores de preparación de la siembra o trasplante definitivo.

– Mejorando el drenaje se controlan especies complicadas como Equisetum sspp., Phragmites sspp. y Juncus sspp.

– Labrar oportunamente y con los aperos adecuados.

– Utilizar densidades homogéneas, de rápido crecimiento inicial y buena cobertura del suelo.

En cuanto a las técnicas directas de control y eliminación de hierbas, las principales son:

– Las escardas pueden ser, bien manuales con utensilios clásicos, o bien mecanizadas, con cultivadores, fresas, discos, cepillos, gradas de púas flexibles. Todos estos aperos se disponen adaptados a la micromecanización de la horticultura. En todas las intervenciones es importante, para conseguir un buen

resultado, elegir bien las condiciones de trabajo, el momento adecuado, y actuar según la especie a controlar: en las perennes debemos agotar sus órganos de reserva mediante una presión continua sobre ellas, en las anuales evitaremos que dejen semilla y que puedan enraizar después de arrancadas.

– Desinfección de suelos o substratos con calor. La desinfección de substratos con vapor de agua es una técnica de viverismo que no tiene aplicación directa al suelo para cultivo definitivo; además el vapor de agua a 100º C. realizaría una esterilización no deseable de toda la flora y fauna del suelo. En parcelas de cultivo hortícola se utiliza una técnica menos agresiva pero que permite una reorganización de la flora del suelo. Esta técnica se llama solarización y consiste en acumular calor, durante los meses de verano, en el sue-

lo, cubriéndolo con una lámina de plástico transparente, beneficiando las especies vivas resistentes al calor frente a las que no lo son, entre las que se encuentran numerosas patógenas. También tiene un efecto muy apreciable sobre las semillas de adventicias anuales. Para ello previamente la tierra se ha

limpiado de restos vegetales, se ha mullido y se ha regado copiosamente para que el agua actúe como conductora y acumuladora de calor.

  • Escarda térmica: consiste en la utilización de quemadores de gas que alcanzarían ligeramente a la flora arvense, produciéndole un choque térmico que ocasiona su muerte. La selectividad se basa en el estado del cultivo frente a la adventicia y en la localización del calor. Esta técnica se ha utilizado en cultivos de maíz, ajo, puerro, cebolla, perejil, patata, cucurbitáceas y zanahoria. Como inconveniente se señala el coste económico y energético que cuestiona su aplicación ecológica.
  • Acolchado: supone establecer una barrera física con un material inerte que impida la salida de hierbas. El acolchado puede ser total o parcial, si cubre solo la línea de cultivo. Los materiales a utilizar son muy variables, orgánicos o no; entre los materiales artificiales autorizados se encuentra el plástico negro, de espesor entre 70 y 200 galgas, que se debe recoger después del cultivo porque no es biodegradable. Los materiales vegetales pueden ser diversos, paja, cortezas, serrín, cartón, papel, cascarilla de arroz o subproductos industriales; estos materiales no se retiran sino que se degradan y se incorporan al ciclo de la materia orgánica del suelo. Las ventajas de los acolchados en los cultivos son numerosas, ya que además de impedir la nascencia de las hierbas, reducen la evaporación y la escorrentía, disminuyendo la compactación y aumentando la precocidad y la producción. Como inconvenientes se destaca el precio de los materiales, los daños por el efecto del viento, el fuego o los roedores y, además que el control de las especies perennes no es completo, por lo que puede aumentar su infestación.
  • La siega periódica de la hierba constituye un método de control, que contribuye a modificar la flora en función de la frecuencia y altura del corte. En esta técnica es importante que no dejen semilla las adventicias a fin de disminuir la reserva de éstas en el suelo.
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María José Martínez Pardo

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