José Manuel Ortiz, delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, junto con el alcalde de Alcolea, Cristóbal Baños, y el subdirector de Gestión del Dominio Público Hidráulico y Calidad de Aguas, Fernando Ferragut, ha visitado el aforador del embalse de Darrícal, una vez finalizadas las obras de reparación de dichas instalacione, que fueron dañadas a consecuencia de una avenida del río Grande de Adra. Las obras, declaradas de emergencia, han supuesto una inversión de 130.000 euros.
El aforador, que sirve para medir los caudales de agua que entran al pantano de Benínar a través del río Grande de Adra, fue destruido como consecuencia del desprendimiento de una roca de gran tamaño –de más de una tonelada de peso-, que tras rodar por la ladera rompió el muro de protección.
Los trabajos, básicamente, han consistido en desmontar las rocas sueltas de la parte superior de la ladera, así como en la construcción de un muro de hormigón con una malla de protección en la parte superior, con el fin de evitar que vuelvan a caer rocas sobre la caseta donde se encuentran los equipos de medición. Asimismo, se ha construido un muro de pie de escollera y se han reconstruido los vertederos del aforador y la cadena, con una protección de escollera con el fin de evitar erosiones.
3.800 litros por segundo
De acuerdo con los datos del aforador -a 8 de abril- el río está aportando al embalse un caudal de 3.800 litros de agua por segundo, aportación que se explica, sobre todo por el deshielo de la nieve de Sierra Nevada. El embalse de Benínar –que contenía el lunes más de 19,1 hectómetros cúbicos- está aportando actualmente algo más de 1 metro cúbico de agua por segundo a los regadíos del Campo de Dalías, según el delegado de la Junta, que ha destacado que en lo que va de año hidrológico