El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, junto a los ministros de Agricultura de Grecia, Portugal, e Italia; los secretarios de Estado de Chipre y Malta, y el viceministro de Agricultura de China han adoptado este miércoles en Roma una declaración conjunta de los países del Sur de Europa con China en materia agrícola con «el objetivo de lograr el fortalecimiento de la cooperación agraria».
Durante la celebración de una mesa redonda celebrada en el marco de la adopción de la declaración, Miguel Arias Cañete ha explicado que España comparte con China «la visión de que el sector agroalimentario es un sector estratégico para nuestras sociedades y de que el mundo rural tiene que integrarse plenamente en la senda del desarrollo y del conocimiento científico». «Estamos de acuerdo con la idea de las autoridades chinas de que el desarrollo científico implica unificar los esfuerzos en el desarrollo económico y la protección social y ambiental de un país», ha añadido.
Por este motivo, el ministro ha resaltado cómo el primer documento emitido por las nuevas autoridades chinas se haya centrado en la agricultura, integrando cuestiones tales como la seguridad alimentaria, la irrigación, la tecnología, la regulación de mercados o el desarrollo rural. «El mundo hacia el que caminamos, con una población de 9.000 millones de habitantes en pocas décadas, se va enfrentar a necesidades alimentarias crecientes, que sólo podremos cubrir si somos capaces de establecer mecanismos de cooperación adecuados», ha manifestado.
LAS OPORTUNIDADES DE LA DECLARACIÓN
Arias Cañete ha explicado que el Gobierno de España confía en «un mundo abierto para resolver un problema que es de todos. Un problema, en efecto, que no podrá encontrar solución con el establecimiento de barreras, arancelarias o no arancelarias y, en particular, las que se refieren a cuestiones fitosanitarias y zoosanitarias, sobre las que será necesario debatir y acordar para no dificultar el comercio más allá de lo científicamente razonable».
A juicio del ministro, «España cuenta con valiosos activos sobre los que establecer plataformas de cooperación agroalimentarias y pesqueras, en el marco de la declaración conjunta que hoy adoptamos». «Estoy convencido de que son los acuerdos los que favorecerán el comercio en beneficio mutuo, con la vigilancia precisa para su leal cumplimiento y facilitando el intercambio de información, a todos los niveles, así como con la promoción de relaciones entre los operadores comerciales», ha añadido.
Arias Cañete ha destacado que esta declaración conjunta representa una excelente oportunidad para «asentar aún más la cooperación entre todos los países aquí presentes y, en especial, con el Gobierno Chino». «Cooperación que, en el pasado, ha sido enmarcada en numerosos acuerdos firmados por el Ministerio de Agricultura, como el de 2007 con el Ministerio de Agricultura de China; el Memorándum de Entendimiento Mutuo sobre recursos hídricos, firmado en 1999, con el Ministerio de Recursos Hídricos, y renovado en 2011; o el de 2006 sobre Cambio climático, con el Ministerio de Medio Ambiente», ha resumido.
Precisamente, de estas circunstancias derivó la decisión de apoyar a la Embajada de España en China mediante la creación de una Consejería de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, con el fin de intensificar las ya intensas relaciones agroalimentarias entre ambos países en 2009.
A pesar de la lejanía geográfica entre China y España, Arias Cañete ha resaltado que ambos países comparten muchos intereses y pueden cooperar eficazmente en la esfera internacional. «No sólo en organismos multilaterales como la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE) o el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), sino también en otros como la Organización Internacional de la Viña y el Vino o el Consejo Oleícola Internacional, donde China, a nuestro juicio, debería estar presente», ha concluido.
LAS FORTALEZAS ESPAÑOLAS
El ministro ha destacado algunas de las fortalezas de la agricultura y alimentación españolas, partiendo de la base de la dieta mediterránea, caracterizada por su elevado consumo de frutas y hortalizas, productos de la pesca y aceite de oliva, y que fue reconocida por la UNESCO, en 2010, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Arias Cañete ha explicado cómo los países representados en la jornada gozan de una situación geográfica que les permite disfrutar de muchas horas de luz y altas temperaturas, pero no siempre de la humedad necesaria, sufriendo períodos secos a lo largo del año, cuando no durante años sucesivos. «Esta circunstancia nos ha llevado a cuidar con esmero el uso del agua y a realizar fuertes inversiones en regadío para incrementar la productividad de nuestra agricultura; en particular, la de nuestro potente sector hortofrutícola».
Así, en España el área regada abarca 3,6 millones de hectáreas, lo que representa el 15% de la Superficie Agraria Útil, pero cerca del 65 % (15.500 M €) del valor de toda la Producción Vegetal Nacional (24.000 M €). Asimismo, España ha desarrollado una eficiente agricultura de alto rendimiento bajo plástico, disponiendo de la mayor superficie de invernaderos del mundo, localizada en la provincia de Almería. «Ambas circunstancias nos convierten en líderes mundiales en la exportación de frutas y hortalizas con 11,1 millones de toneladas en 2011», ha dicho.
En cuanto a la relación bilateral con la República Popular China, España exportó durante 2012 productos alimentarios por valor de más de 1 millón de euros al día, lo que significó unos 400 millones de euros al año. Esta cifra representa casi el 10% del total de lo exportado por España a China. Las principales exportaciones a China son la carne de porcino, el vino y el aceite de oliva. «Somos conscientes de que estos alimentos son cada vez más reconocidos y apreciados por los consumidores chinos», ha explicado.
El ministro ha desgranado cómo, en lo referente a la calidad diferenciada, España tiene más de 300 productos registrados en la UE. «Y es motivo de satisfacción que la Unión Europea y China, a través del proyecto «10+10″, hayan protegido recíprocamente 10 Indicaciones Geográficas chinas y 10 europeas, dos de las cuales, D.O.P. Sierra Mágina y D.O.P. Priego de Córdoba, son aceites de oliva españoles», ha descrito.
En materia pesquera y de acuicultura, los más de 6.000 kilómetros de costa, la importancia de la flota española, la tecnología de las empresas transformadoras, la calidad y variedad de los productos elaborados y el elevado consumo de productos del mar, sólo superado por Japón y Corea, «sitúan a España también como potencia pesquera y acuícola de primer orden».
Por último, el ministro ha destacado otros elementos clave del sistema agroalimentario español, como son: una potente industria de suministro de medios de producción, tanto agrícolas como ganaderos; un sistema muy consolidado de seguros agrarios; redes de investigación; protocolos precisos de alerta veterinaria; una eficiente cadena logística y sistemas de garantía de la calidad y seguridad alimentaria; sin olvidar la existencia de ferias de reconocido prestigio mundial, como «Alimentaria», en Barcelona, o «Fruit Attraction», en Madrid.