La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) ha solicitado al Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que impulse en el seno de la UE la puesta en marcha de un stock estratégico para el aceite de oliva que dote de cierta estabilidad al mercado e impida situaciones indeseables para productores y consumidores, evitando que las oscilaciones bruscas en los precios dificulten la rentabilidad de las explotaciones o afecten al consumo. «Se ha demostrado que el sistema de almacenamiento privado es ineficaz mientras que no se actualicen los precios de activación. Por ello debe ser acompañado de un almacenamiento estratégico, más ágil y eficaz, que pueda compensar las cosechas más reducidas, evitando problemas de desabastecimiento y dientes de sierra en los precios», ha puntualizado Gregorio López, responsable del sector del olivar de Coag.
Según los datos de la Agencia para el Aceite de Oliva, la producción de aceite hasta el 31 de diciembre se ha situado en las 383.000 tn, menos de la mitad del obtenido la campaña pasada y un 31% inferior a la media de las cuatro últimas cosechas en la misma fecha. A este dato hay que sumar que la recolección se encuentra finalizada en la mayor parte de las zonas de producción, que los rendimientos grasos son inferiores a lo habitual y que durante el mes de enero las toneladas obtenidas no superarán la mitad de lo producido en el mes de diciembre. Es decir, durante esta campaña difícilmente se llegará a las 550.000 tn, la cifra más baja desde 1994-1995. Con una cosecha tan corta resultará complejo atender a la demanda que se ha generado en los últimos años.
Esta situación ha propiciado que, tras cuatro campañas con los precios en origen (1,80€/Kg) por debajo de los costes de producción (2,40€/kg), desde el pasado mes de julio se haya observado una tendencia alcista. Según el sistema Poolred, los precios de las distintas categorías de aceite de oliva han aumentado en más de un euro por kilo situándose, en el caso del virgen extra, en el entorno de los 3€/kg. «El mercado situará el precio donde deba situarlo, pero los olivareros no obtendremos rentabilidad para nuestras explotaciones ya que la cosecha ha sido ruinosa y los costes fijos muy similares», ha declarado López. Es por ello que desde Coag se vienen demandando a las distintas administraciones medidas fiscales y financieras que sirvan para aliviar la precaria situación económica que arrastran los olivareros: aplazamiento de la devolución de los préstamos para modernización e incorporación de jóvenes agricultores de las últimas campañas, la aplicación de un módulo cero, la exención del pago de las cuotas de la Seguridad Social del año 2013 o la exención del IBI.
Finalmente, Coag exhorta a las administraciones a mantener el nivel de exigencia y aumentar los controles en materia de calidad, especialmente en estas campañas de escasa cosecha y elevadas importaciones, para asegurar que se pone a disposición de los consumidores un producto de calidad y correspondiente con las características indicadas en los envases.