Después de varios meses de difundir sucesivos borradores, el Ministerio de Agricultura ha presentado hoy el texto definitivo del Real Decreto que modificará la actual norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos. Tras continuas aportaciones y propuestas, UPA considera que este texto recoge los diferentes modelos productivos existentes en los diferentes territorios, lo cual «permitirá que las distintas situaciones productivas puedan ser amparadas por la norma de calidad».
Según la organización agraria, la nueva norma clarifica de manera importante la información que se transmite al consumidor -objetivo inicial y principal de su modificación-, a lo cual contribuye una simplificación y refuerzo de los sistemas de control, y por tanto la mejora de la transparencia y fiabilidad en el consumidor final y en toda la cadena.
A partir de la entrada en vigor de la norma, los consumidores podrán comprar los productos de cerdo ibérico con una clara diferenciación en función de la alimentación y manejo del ganado en tres tipos diferentes: «de bellota», «de cebo de campo» o «de cebo» y también con la identificación de la pureza racial. Todo ello, además, con unos precintos de diversos colores en función de dichas características que garantizarán una clara identificación y transparencia en la trazabilidad en la cadena.
También han sido modificadas en positivo determinados aspectos propuestos por UPA relativos a las exigencias de carga ganadera por hectárea, así como en lo referente a los controles y a los períodos transitorios para la adopción de la norma.
España cuenta con una importante producción de cerdo ibérico. Según datos oficiales, en 2011 el censo de animales rondaba los 2,6 millones de cabezas, cifra similar a la del año anterior. Castilla y León se colocó como la primera región en número de animales al registrar un incremento en sus censos, seguida de Extremadura y de Andalucía. El 60% de los cerdos ibéricos españoles se cría de forma extensiva en rastrojeras y montaneras y el 40% de forma semiextensiva, pudiendo estos últimos ser alimentados con bellotas, eventualmente, y con piensos compuestos de forma más regular.