El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, ha informado en el Parlamento sobre su reciente visita a Bruselas, donde se trasladó para conocer de primera mano cómo se encuentra el debate sobre la futura Política Agrícola Comunitaria (PAC) y reunirse con miembros del Parlamento, del Consejo y de la Comisión europea para trasladar la posición firme de Andalucía en la defensa de los intereses de la comunidad autónoma. Entre éstos, ha destacado, la necesidad de que la futura política comunitaria «contemple un criterio de reparto de ayudas que permita reconocer el peso y la importancia del sector andaluz en España».
En este sentido, ha explicado que el Gobierno andaluz está defendiendo la aplicación de un modelo de reparto del pago básico regional con una «flexibilización en la definición de región, en la que se puedan aplicar criterios mixtos» (administrativos, agronómicos, socieconómicos, y relativos al potencial productivo). De esta manera, según ha añadido el consejero, «sería posible redistribuir las ayudas en función de la singularidad, diversidad sectorial y espacial de los territorios productores reconociendo adecuadamente las características y el potencial de la agricultura andaluza».
Para Planas, la futura PAC debe mantener un presupuesto estable, «que permita a nuestros agricultores y ganaderos seguir desarrollando su actividad de una manera rentable y competitiva», garantice la estabilidad de los mercados y la seguridad alimentaria, fomente el desarrollo de una actividad productiva respetuosa con los recursos naturales y mejore la cohesión territorial de las regiones.
El representante del Gobierno andaluz se ha referido también a la necesidad de conseguir mecanismos que refuercen la posición de los productores ante la volatilidad de los mercados y el desequilibrio de la cadena alimentaria, que hacen que se encuentren en situación de inferioridad. Para ello, Andalucía aboga por elementos que proporcionen más transparencia y objetividad a los mecanismos de gestión de mercados como la intervención pública y almacenamiento privado, «cuya activación debería basarse en criterios conocidos y actualizarse con regularidad».
Asimismo, ha añadido que sería necesario desarrollar herramientas que permitan dar una respuesta ágil y eficaz a los episodios de crisis del sector agrario y avanzar hacia un control más efectivo de las importaciones, intensificando el seguimiento de los precios de entrada al mercado europeo y de las condiciones de seguridad alimentaria de los productos.
En cuanto a la política de desarrollo rural andaluza, Planas ha recordado que en función del nuevo marco presupuestario, Andalucía pasa de ser una región cohesión a una de competitividad, «por lo que pierde gran parte del apoyo comunitario». Desde el Gobierno andaluz, ha explicado Planas, «venimos defendiendo la necesidad de que se cree la figura de región de transición, con el objetivo de que la intensidad de ayuda que ahora recibe Andalucía no caiga de manera radical, sino de una forma gradual».
Por último, el consejero ha subrayado que para mantener la «fortaleza y potencial de nuestro sector andaluz» es prioritario lograr una «dotación suficiente», primero a nivel nacional y posteriormente en lo que a cada comunidad autónoma se refiere. Para ello, «Ministerio y comunidades autónomas hemos presentado un frente común en el debate en la Unión Europea, que hemos apoyado desde Andalucía y que debe resultar beneficioso para España», ha explicado Luis Planas.