El último informe publicado por la Fundación Cajamar revela que el parque de maquinaria agrícola española se caracteriza por ser robusto, versátil y especializado. En la última década la inversión en maquinaria agrícola lleva un crecimiento acumulado del 12,5% con casi 1,4 millones de unidades.
La maquinaria agrícola constituye uno de los principales elementos para aumentar la productividad de la actividad agraria, así como para facilitar las labores más pesadas del campo. Dicho de otra forma, la maquinaria es uno de los principales vectores de introducción de tecnología en el sector primario. La introducción histórica de la maquinaria fue una de las marcas de identidad de la Revolución Industrial, permitiendo la liberación de mano de obra para el incipiente sector manufacturero y su alimentación.
En la actualidad, el sector se haya globalizado y cuenta con grandes conglomerados internacionales que actúan en diversos sectores y mercados, lo que les obliga a mantener un elevado ritmo de actualización tecnológica de sus productos y una actitud competitiva de primer nivel.
Así mismo, debido a las diferencias legales entre países y a la creciente preocupación por la seguridad de los trabajadores, así como por la conservación del medio ambiente, los fabricantes han lanzado al mercado equipos más eficientes, respetuosos con el medio y más seguros, que minimizan el riesgo de accidente en el propio entorno laboral y en el ámbito de la seguridad vial.
El parque de maquinaria automotriz en España alcanzó casi 1,4 millones de unidades en 2010. Esto ha supuesto un crecimiento acumulado del 12,5% desde el año 2000. Sin embargo, analizando la evolución interanual se observa que las variaciones han sido muy modestas no superando el 2%, y en el último bienio, ni tan siquiera han alcanzado el 1%. Esta tónica se debe contextualizar en la actual situación de crisis económica y, por ende, en una falta de liquidez de los agricultores y ganaderos ante las dificultades para el acceso a la financiación.
Atendiendo a la composición de la demanda, ésta apenas ha mostrado variación entre 2006 y 2010, acaparando los tractores las tres cuartas partes del total de unidades. A continuación se sitúan los motocultores, cosechadoras, equipos de carga, tractocarros y otras automotrices. En lo relativo a la distribución territorial de los principales tipos de maquinaria automotriz (cosechadoras, motocultores y tractores) no se constata dicha concentración, pues el rango de variación de las tres primeras provincias osciló en 2010 entre el 13,9% y el 28%.
Otro indicador relevante es el relativo a la distribución del mercado de tractores, existiendo una importante concentración de mismo; pues las tres primeras marcas (John Deere, Massey Ferguson y Kubota) aglutinaron algo más del 50%.
Por lo que respecta a la oferta, el trabajo de campo realizado ha permitido obtener las siguientes conclusiones:
a) El sector de la maquinaria agrícola en España lo conforman mayoritariamente empresas de capital español. Entre el grupo de compañías extranjeras cabe destacar en términos de facturación la importante brecha existente entre la empresa líder y el resto. No obstante, la presencia de multinacionales es muy significativa en el apartado de maquinaria pesada.
b) Los fabricantes nacionales están especializados principalmente en maquinaria destinada al trabajo de suelo, laboreo, aplicación de fitosanitarios o remolques.
c) Los fabricantes extranjeros dominan el mercado de los equipos de mayor tamaño como cosechadoras, tractores y sembradoras.
d) La presencia de fabricantes es más amplia que la de importadores, en tanto que la representatividad de los operadores que realizan ambas actividades asciende al 6,8%.
e) La maquinaria agrícola española se caracteriza por ser robusta, versátil y de fabricación en serie reducida.
Por último, hay que constatar que con mayor asiduidad se adquiere maquinaria multifuncional que cumple determinados criterios de ahorro, utilidad y tecnología, siendo esta tendencia más acusada ahora que las dificultades económicas están más presentes.