Asaja-Almería afirma que existe una doble vara de medir cuando a controles de la presencia de productos fitosanitarios se refiere. Y es que parece que a determinados países europeos no les tiembla la mano a la hora de poner en marcha una alerta cuando se trata de productos españoles, pero en cambio mantienen una actitud mucho más condescendiente con producciones de otros países. Igual ocurre con las grandes centrales de compra europeas, que este mismo año impusieron la exigencia sobre los agricultores almerienses de emplear como máximo 4 materias activas, una medida muy restrictiva.
La sorpresa es mayor cuando desde Asaja se constata la existencia de partidas de productos con sustancias prohibidas que aparecen reflejadas en el RASFF (Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos) pero que circulan sin mayores trabas y sin contar con la perceptiva alerta.
De hecho, si se analiza la información que aparece en el RASFF nos encontramos con múltiples ejemplos y casos de notificaciones efectuadas por diferentes países europeos sobre excesos en los límites máximos de residuos o incluso sobre la presencia de sustancias no permitidas en producciones diversas, que han pasado totalmente inadvertidos. Nada de esto es novedoso, sin embargo, desde Asaja se quiere llamar la atención en el origen de estos incumplimientos y en la actitud que toman los países.
Por poner un ejemplo ASAJA ha comprobado cómo sólo en este mes de junio Turquía aparece en el RASFF en 17 ocasiones con notificaciones informativas para frutas y verduras, todas ellas relacionadas con la presencia de productos fitosanitarios por encima de los límites. Pero es más, no es la primera vez que este país aparece con notificaciones de materias no autorizadas, como es el caso de tetradifón detectado este mismo año en una partida de naranjas, pero que en cambio han sido distribuidas. Ninguna de estas notificaciones tiene la calificación de alerta por lo que quedan expuestas como notificaciones informativas, esto significa que los países no tienen que tomar medidas ni acciones de forma urgente. O como por ejemplo, Francia ha notificado en este año 2 alertas en frutas y hortalizas (por el uso de fenthion en melocotón procedente de Australia, y por carbendazim, ambas sustancias no incluidas en la lista de materias activas).
Lo mismo ocurre con una notificación realizada por Eslovenia que tras encontrar en frontera una partida de tomates con hasta 5 materias activas que superan los LMRs procedentes de Macedonia, algunas de ellas no autorizadas, y que ya han llegado al mercado (entre ellas procimidona, ometoato- no permitido- y acetamiprid), o que Inglaterra haga lo mismo con una partida con hojas de curry en la que en la perceptiva inspección en frontera se encuentren hasta 10 materias activas que superan los límites y entre las que encontramos endosulfán, metamidofos y bifrenthrin.
Es decir, el problema está en que algunos países de la Unión Europea no realizan las mismas exigencias a todos los productores y cuando tienen que declarar una alerta de productos de determinados países «se hacen los suecos», por lo que nos preguntamos qué intereses se pueden esconder tras estas prácticas, ya que al rechazar una partida en frontera, por lo que si no se notifica una alerta, se podría a volver a introducir la mercancía a través de otro país.
Por este motivo ASAJA reclama mayor reciprocidad en materia fitosanitaria en Europa, con una verdadera igualdad en las exigencias y en los requisitos que se piden a las producciones para que sean seguras y sanas para el consumidor. El sector agrario almeriense, que está en permanente vigilancia reclama el mismo trato, y que no se haga la vista gorda a producciones de Países Terceros en función de otros intereses económicos y comerciales.
En este punto, desde ASAJA se insiste en la importancia del trabajo que el agricultor almeriense está realizando por fomentar el control biológico en el control de plagas, y en la trascendencia de contar con un exigente sistema de control, análisis y trazabilidad que permita poner fuera de duda la seguridad de nuestras producciones.
ASAJA recuerda que a partir de la directiva 2009/128 será obligatorio para todos los países hacer sus propios planes de acción sobre el uso sostenible de plaguicidas, por lo cual se espera se incrementen con las producciones que tienen como destino Europa.