En el Centro de Cultura de Cajamar se celebró el VIII Seminario Técnico Agronómico. En esta ocasión se dieron los resultados de los ensayos realizados en la Estación Experimental durante la campaña 2011 – 2012. Como aspecto novedoso Jose Luís Racero presentó los nuevos servicios que la página web de la Fundación Cajamar ofrece a favor de la trasferencia de conocimiento e innovación.
Mª Dolores Fernández habló en su primera ponencia de la importancia de la información meteorológica como una herramienta básica en las zonas agrícolas y destacó la multitud de aplicaciones tales como, la programación de riegos -cuándo y cuánto regar-, evaluación de riesgos, diseño de equipos de climatización de invernaderos, energías renovables, lucha integrada de plagas y enfermedades, modelos de cultivo, diseño de estructuras hidráulicas, etc.
Para la planificación y diseño se requiere disponer de bases de datos meteorológicos amplias, de un año de duración, y en algunos casos registrados a intervalos horarios. Habitualmente, se recurre a datos medios de una serie histórica o a los datos particulares de un año concreto, pero esto supone la pérdida de variabilidad o se recoge las condiciones particulares de un año concreto.
Fernández en una segunda intervención trató la gestión de la calefacción a partir de biomasa, en la que expuso la problemática de la generación de residuos vegetales que se generan cada año en la provincia de Almería más de 900.000 Tm de residuos vegetales de invernadero (RVI) y de su posible reutilización como fuente de calor y CO2 para los cultivos de invernadero, ya que los residuos de invernadero están formados principalmente por carbono, de esta manera se puede eliminar el problema medioambiental derivado de la generación de residuos, además de reducir el coste de producción en los invernaderos por uso de combustibles fósiles así como aumentar el beneficio como aumentar el beneficio por el aumento de producción derivado del uso de calefacción y técnicas de enriquecimiento carbónico.
En la provincia de Almería se generan cada año más de 900.000 Tm de residuos vegetales de invernadero (RVI) que no son aprovechados, constituyendo una fuente de contaminación y riesgo de incendio. Estos residuos vegetales de invernadero están formados principalmente por carbono y poseen un potencial energético que permitiría su reutilización como fuente de calor y CO2 para los cultivos en invernadero. Esto permitiría eliminar el problema medioambiental derivado de la generación de residuos, además de reducir el coste de producción en los invernaderos por uso de combustibles fósiles así como aumentar el beneficio por el aumento de producción derivado del uso de calefacción y técnicas de enriquecimiento carbónico.
Por su parte Maria Antonia Elorrieta realizó un análisis de los problemas que se están presentando este año de virus del cribado en melón, mientras que Juan Carlos Gazquez realizó una presentación sobre técnicas de cultivo en tomate. La mejora en las técnicas culturales puede incrementar los rendimientos con un bajo consumo de energía. Se están desarrollando sistemas de guiado de la planta para mejorar la radiación interceptada y la ventilación, entre plantas y así incrementar el rendimiento. Un ejemplo de ello es como conducir o descolgar las plantas de tomate. La práctica habitual de la zona es liar la planta hasta que supera el emparrillado y después se deja caer por gravedad, y es bien conocido que el descuelgue con perchas (donde la planta siempre va vertical) mejora la calidad y la productividad. Se presentó un avance de resultados de una comparativa de sistemas de descuelgue con tomate cherry.
Otra forma de obtener la máxima rentabilidad de nuestros cultivos es la técnica del interplanting, que permite realizar el trasplante de un segundo cultivo sin la necesidad de eliminar el primero, es decir, se solapan varios cultivos de ciclo más corto en lugar de realizar un solo ciclo largo de cultivo. El objetivo es que el invernadero produzca de forma continua con mejor calidad de frutos, aunque comentó que la implementación de esta técnica de cultivo debería llevar consigo tener asegurada previamente la comercialización del tomate durante la época estival.
David Erik Meca mostró los resultados de un ensayo de cultivo ecológico de pimiento en invernadero, dónde se comparó la aportación de hongos simbióticos (micorrizas arbusculares) con respecto a un testigo. Las micorrizas son asociaciones de hongos de suelo y las raíces de las plantas. Su aplicación en los sistemas agrícolas de producción ha sido limitada debido a que las prácticas de cultivo intensivo no favorecen esta simbiosis. Sin embargo la agricultura ecológica donde se promueven técnicas de cultivo menos agresivas, constituye un marco favorable para el desarrollo de asociaciones micorrizas.
Destacar que aunque se obtuvieron unos porcentajes elevados de colonización del hongo en las raíces, con un incremento apreciable del sistema radicular, este establecimiento no se tradujo en un incremento significativo de la producción. Esto puede deberse a que el efecto promovido por las micorrizas se mantuviese «latente» al no encontrarse las plantas en situación de estrés biótico o abiótico que permitiese demostrar el potencial estimulador y protector de la micorriza.
A continuación presentó un ensayo de variedades de pimiento california rojo ciclo extratardío, todavía en curso, con fecha de trasplante a mediados de septiembre e intentando concentrar las recolecciones en los meses de marzo y abril. Se están evaluando rendimientos y parámetros de calidad de fruto.
Corpus Pérez habló sobre el uso del mulching para un cultivo de melón. Destacó que el acolchado negro colocado encima de un suelo enarenado mejoró las condiciones térmicas del suelo, del sustrato y del aire del invernadero con respecto al suelo enarenado y acolchado blanco colocado encima de un suelo enarenado. Así mismo, el acolchado blanco colocado encima de un suelo enarenado retrasó la floración del cultivo de melón, induciendo una menor precocidad del cultivo.
Juan Carlos López habló del desarrollo de una herramienta para determinar necesidades de ventilación, ensayo que se enmarca dentro del ámbito del proyecto europeo Euphoros, en el que participa la Estación Experimental de la Fundación Cajamar. Explicó que se trata de una herramienta sencilla que permite determinar el área de ventanas necesarias para ventilar el invernadero para cada localidad y temperatura de consigna. Dicha herramienta posibilita decidir sobre qué tipo de ventana y cuánta superficie de ésta es necesaria para mantener unas condiciones de clima adecuados para los cultivos en invernadero. Este trabajo pone de manifiesto la importancia de las ventanas laterales combinadas con las cenitales para alcanzar los mínimos de superficie aconsejables que se sitúan próximos al 25% con respecto a la superficie de suelo.