El maíz es uno de los principales ingredientes en la alimentación de las vacas lecheras debido a su alto contenido energético. Sin embargo, el modo en que se suministra puede influir en la digestibilidad del almidón y, por ende, en la producción y salud del ganado.
Procesamiento del maíz: impacto en la digestibilidad
Para que el almidón presente en el maíz sea aprovechado de manera eficiente, es necesario romper la matriz proteica que lo rodea. Esto se logra mediante diferentes métodos de procesamiento, como el molido y el laminado al vapor.
- Maíz molido: Permite aumentar la digestibilidad del almidón, aunque un tamaño de partícula demasiado fino puede provocar acidosis ruminal y afectar la salud del ganado.
- Maíz en copos: Favorece una mejor digestibilidad sin comprometer la salud ruminal, lo que puede mejorar la eficiencia alimentaria y el contenido de grasa en la leche.
¿Qué opción es la más recomendable?
Los estudios han demostrado que la alimentación con maíz en copos puede mejorar la producción de leche y la eficiencia alimentaria en vacas de alta producción, sin comprometer su salud digestiva. No obstante, el tamaño de partícula del maíz molido también puede influir en su rendimiento, por lo que es fundamental ajustar la formulación de la ración según las necesidades de cada explotación.
Para conocer más sobre la mejor forma de alimentar al ganado y cuántos kilos de maíz consume una vaca al día, consulta el artículo de Dellait sobre cuántos kilos de maíz come una vaca por día, donde se analizan en profundidad las diferencias entre los distintos métodos de procesamiento del maíz y su impacto en la producción lechera.
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