Las ayudas para los armadores también se ven favorecidas por estas novedades. Entre otras cuestiones, se ha reducido a 30 días (período computable) el plazo durante el cual se debe acreditar el cumplimiento de requisitos ligados directamente a la embarcación como, por ejemplo, mantener el funcionamiento de la caja azul o contar un expediente de regulación temporal de empleo para los trabajadores (hasta ahora debía permanecer encendida los tres meses). Ambas cuestiones suponen un ahorro tanto en energía como en recursos económicos, ya que ahora no es preciso abonar la seguridad social de los tripulantes durante el período de inactividad de la empresa. Además, al poder desconectar las cajas azules durante parte de la parada temporal se gana seguridad en las embarcaciones porque siempre existe algún riesgo si se mantienen aparatos eléctricos encendidos.
En total, la Administración autonómica gestiona un presupuesto de 638.000 euros, que cuenta con financiación del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP) y busca compensar el período de inactividad de los buques. En cuanto al número de días subvencionables a través de esta línea de ayudas, la normativa establece un mínimo de 15 y un máximo de 30 días para calcular el montante final que reciben tanto los armadores como los tripulantes afectados por la parada temporal.
En cuanto al plazo de presentación de las solicitudes, los interesados cuentan con diez días hábiles a partir de su publicación en BOJA (17 de abril). Dado que los días festivos no computan a estos efectos, el período para realizar los trámites ha comenzado el lunes 22 de abril.
Las embarcaciones dedicadas a la pesca de palangre de superficie con puerto en Andalucía y que faenan en el Mediterráneo tienen establecida una parada biológica para el pez espada de tres meses (de enero a marzo) que responde a las recomendaciones de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). El objetivo de este período sin actividad en el caladero es facilitar la recuperación de la pesquería del pez espada en las aguas mediterráneas y garantizar así la sostenibilidad ambiental de la actividad pesquera que desarrolla la flota andaluza.
La flota de palangre de superficie andaluza del Mediterráneo asciende a 39 buques cuyos puertos base se encuentran en las provincias de Almería (dos en la capital, 31 en Carboneras y cinco en Roquetas de Mar) y Granada (uno en Motril). En total, estas embarcaciones suman 150 tripulantes y en 2018 alcanzaron un volumen de capturas de 440 toneladas valoradas en 2,8 millones de euros. En cuanto a especies, el pez espada es prácticamente la única que extraen del caladero con el 97% del valor total de las ventas de esta flota.