En plena campaña de recolección, la Organización Agraria ha podido corroborar como en las grandes cadenas comerciales o supermercados discounts se está vendiendo sandía procedente de Senegal y en la mayoría de los casos sin identificar correctamente su origen en el etiquetado para que el consumidor pueda ver cómo vapulean al principal motor económico de la provincia. Asimismo, COAG Almería exige a la Administración que controle con más severidad los lineales de los supermercados para evitar este tipo situaciones.
Otro de los motivos que está hundiendo los precios es la estrategia de aquéllos que se dedican a la compra de sandía en el mercado libre. La maniobra de estos compradores pasa por crear desconfianza entre los agricultores ‘vendiendo’ que el precio que le ofrecen es más alto que el que van a recibir en las comercializadoras por lo que los productores que no quieren perder toda la inversión ceden a una situación que está provocando la caída de las cotizaciones. En este sentido, COAG Almería recuerda a los agricultores que «no se puede vender a la desesperada porque esa situación propicia mayor incertidumbre y desconfianza en el mercado, lo que conlleva la caída injustificada de los precios de nuestros productos».
Traición al agricultor
Una campaña más, COAG Almería considera deleznable que los supermercados y cadenas de distribución comercialicen frutas y hortalizas procedentes de fuera de la provincia en plena recolección de los productos almerienses. «Esta traición también es extensible a comercializadoras almerienses que compran producto de países terceros. La Administración no puede cerrar los ojos ante tal aberración porque ilícitamente se está jugando con un sector que atraviesa una grave crisis y que permitiendo prácticas como ésta es imposible salir a flote. Es una vergüenza que las comercializadoras engañen de esta forma a sus agricultores. Debe continuar desenmascarándose este tipo de prácticas que deben ser duramente sancionadas», afirma el Secretario Provincial de COAG Almería.
«Aunque es una tarea complicada, no nos cansamos de pedir el apoyo de los consumidores que son quienes tienen la obligación de exigir un etiquetado claro para que no le den gato por liebre. Es más, quiénes detecten que en su supermercado o superficie comercial se está vendiendo frutas y hortalizas procedente de otros países cuando Almería está en plena campaña de recolección debería de vetarlo y no cambiar de establecimiento; un veto que podríamos equiparar al que los discounts hacen a nuestros productos. La sociedad almeriense no puede estar ajena a esta situación porque en esta provincia si la agricultura no funciona el resto de sectores se paraliza», concluye Andrés Góngora.