Los sistemas de producción de leche basados en pastoreo son estacionales, lo que requiere una alta eficiencia reproductiva para maximizar el uso de la hierba fresca como alimento económico. Sin embargo, las vacas en pastoreo son más vulnerables a desequilibrios nutricionales, aumentando el riesgo de patologías posparto como el flujo vaginal purulento (FVP), una condición que afecta la fertilidad y la rentabilidad de las explotaciones.
¿Qué es el Flujo Vaginal Purulento?
El FVP, evaluado a partir de los 21 días posparto, indica inflamación en el tracto reproductivo inferior. Se clasifica según la cantidad de material purulento observado, en una escala de 0 (sano) a 3 (≥50% de material purulento). Su prevalencia en sistemas de pastoreo puede alcanzar hasta un 60%, especialmente en vacas de alta producción.
Impacto del FVP en la Fertilidad
Un estudio reciente encontró que las vacas con una producción superior a 6,571 kg en la lactación previa tienen mayor probabilidad de desarrollar FVP. Este grupo presentó:
- Tres veces menos probabilidad de concebir.
- Dos veces más probabilidad de requerir múltiples servicios.
- Períodos más largos entre el parto y la concepción.
La condición también se asocia con mayores tasas de sacrificio y menores tasas de eficiencia reproductiva.
Diagnóstico y Prevención
El diagnóstico temprano del FVP mediante herramientas como el Metricheck o el vaginoscopio permite implementar estrategias preventivas y correctivas para minimizar su impacto. Una adecuada suplementación nutricional y el manejo cuidadoso del posparto son clave para prevenir estas patologías.
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