El sector citrícola está afrontando una de las peores campañas de las últimas décadas. Los precios en origen se hundieron desde principio de campaña manteniéndose por debajo de los costes de producción, mientras los consumidores, por su parte, han seguido pagando las naranjas, pomelos, mandarinas y limones a niveles muy similares a los de otras campañas. Las importaciones desde Egipto y Turquía –más tardías- también sirven como excusa para mantener los precios hundidos.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha acudido hoy a Bruselas, junto a otras organizaciones del sector, a dar la voz de alarma ante las instituciones europeas para que actúen y trabajen para frenar esta grave crisis.
Tras los bajos precios se esconden varios factores, según explican desde UPA, pero es “innegable” que el injusto acuerdo con Sudáfrica ha generado unas “dinámicas de mercado perversas que en nada benefician a los productores ni a los consumidores españoles”.
“Los acuerdos deben firmarse si benefician a ambas partes”, han sentenciado desde la sede de UPA en Bruselas. “Llevamos mucho tiempo exigiendo reciprocidad en cuanto al cumplimiento de la normativa fitosanitaria y de mercado. En reiteradas ocasiones hemos pedido a los dirigentes que se exija el mismo grado de condicionamientos sanitarios y laboral, más si cabe teniendo en cuenta el riesgo que entraña para la UE la transmisión de potenciales plagas y enfermedades”, han declarado.
Los agricultores piden un informe de impacto que frene la “invasión” de cítricos foráneos
De acuerdo a la normativa europea, cada 3 años la Comisión Europea debe elaborar un informe que el evalúe el impacto de estos acuerdos comerciales. De cara al próximo informe, esperado para el próximo mes de octubre, desde UPA han demandado que no solo se contemple el impacto originado hasta la fecha, sino especialmente de cara al futuro a corto y medio plazo.
“Los que trabajamos a diario en este sector sabemos que la realidad diaria cambia a ritmos acelerados y de aquí a 5 años el mercado europeo se verá fuertemente copado con mercancías provenientes de plantaciones de variedades tardías que se solaparan con la campaña europea”. La realidad, aseguran desde UPA, es que el mercado europeo se encuentra ya compitiendo con estos cítricos provenientes de Sudáfrica desde la mitad de campaña. En ese sentido, se han registrado hasta la fecha la plantación de más de 10.000 hectáreas de variedades tardías en dicho país. La política de Aduanas también debe unificarse y reforzarse en toda la UE.
Al mismo tiempo, UPA ha insistido en la necesidad de implementar instrumentos y medidas eficaces ante casos de graves crisis como la que vive actualmente el sector. Estando a favor de una mayor integración y promoción del asociacionismo y las organizaciones de productores, han explicado, “lo cierto es que no es posible dejar exclusivamente en manos de estas herramientas las medidas que ayuden a hacer frente a la gestión de las crisis”. Actualmente, y según fuente ministeriales, tan solo el 34 % del sector citrícola está integrado en esas organizaciones.
Para esta organización agraria, la PAC también debe “poner de su parte”, articulando medidas alternativas a las contempladas bajo el modelo actual. Paralelamente, las normas de competencia reducen al mínimo la capacidad de actuación del sector productor. Las oscilaciones propias del mercado que surgen a lo largo de la cadena de valor siempre son repercutidas en el productor, quien frecuentemente se encuentra recibiendo precios por debajo de los costes de producción.