La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en una reunión mantenida con el Ministerio de Agricultura (MAPA) para discutir sobre las propuestas de reglamento y los primeros documentos de trabajo de cara a elaborar el Plan Estratégico de la futura PAC, ha señalado la necesidad de diseñar un esquema que permita atender simultáneamente las necesidades del sector, el respeto a los objetivos en la formulación que se acuerden y una mejor redistribución de las ayudas en favor de los profesionales.
Unión de Uniones estima que, si bien el calendario no es apremiante y los pasos previos al Plan Estratégico de la futura PAC serán el análisis DAFO, la descripción de necesidades y el diseño de indicadores de resultados, es conveniente intentar avanzar en el modelo de intervenciones de pagos directos, la nueva arquitectura medioambiental de la PAC, los mecanismos de control y los instrumentos de la organización común de mercado para delimitar las líneas primarias de trabajo.
Durante esta reunión entre Unión de Uniones, representada por con su Coordinador Estatal José Manuel de las Heras a la cabeza, y el Ministerio, con la Directora General de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana y el Presidente del FEGA, Miguel Ángel Riesgo, la organización evidenció que hay que tener en cuenta todos los condicionantes y reservas presupuestarias para cada intervención que plantean las propuestas de la Comisión para no dejar descubiertas determinadas prioridades, como contar con un paquete suficiente de ayudas acopladas a la producción con las que atender vulnerabilidades de algunos sectores agrícolas y ganaderos.
Unión de Uniones ha insistido al MAPA que la aplicación del capping, junto con una definición de agricultor genuino que se identifique todo lo posible con el profesional, debería permitir no sólo un reparto de las ayudas más equilibrado, sino también más posibilidades para mejorar otros mecanismos, como las ayudas redistributivas o el complemento a jóvenes.
Medio ambiente y regulación de mercados en crisis
Asimismo, la nueva estructura ambiental de la futura PAC es uno de los elementos que más preocupa a Unión de Uniones, ya que cuanto más alta esté la base de exigencias obligatorias en la aplicación de la condicionalidad reforzada, menor será el margen que se dispondrá para diseñar y establecer ayudas a la sostenibilidad que sean adecuadas a nuestro modelo agrario, tanto en el marco de los ecoesquemas del primer pilar como en los programas agroambientales de desarrollo rural.
En relación a las herramientas de regulación de los mercados, en donde la propuesta de la Comisión no contiene demasiadas novedades, la organización ha pedido que se negocie una actualización de los umbrales de referencia para la activación de medidas en caso de crisis y que para cada sector se establezcan criterios objetivos de declaración de perturbación de los mercados, así como instrumentos de seguimiento de situación de los sectores más pegados a la realidad. Se trataría, según la organización, de evitar, como ahora sucede, que en plenas crisis sectoriales ni se reconozca que las mismas se están produciendo, ni se pongan en marcha las actuaciones para corregirlas o que se implanten con retrasos que le restan toda su eficacia.
La organización ha planteado también que es ineludible contar con los controles precisos para garantizar el buen uso de los fondos, pero simplificando y mejorando los procedimientos de solicitud y tramitación de las ayudas. La organización ha hecho especial hincapié en que las futuras herramientas de monitorización, que pueden efectivamente facilitar la gestión, deben testarse y ponerse en funcionamiento sólo cuando se tengan garantías de que no van a ser una fuente generalizada de incidencias.
La reunión se ha celebrado en el contexto de la programación de consultas del Ministerio, que ha agradecido las aportaciones de la organización y tendrá su continuidad en futuros encuentros en los que se profundizará en estos asuntos o se abordarán otros capítulos de la Reforma.