El efecto que generó el hundimiento de los precios durante el pasado mes de diciembre con la reacción de muchos agricultores que, ante las bajas cotizaciones, optaron por arrancar sus plantaciones para preparar un nuevo ciclo productivo; unido a la caída de las temperaturas, ponen de manifiesto una nueva regulación del mercado en momentos de crisis como la vivida recientemente.
A falta de la acción del sector, planificando y activando los mecanismos que tiene a su disposición para regular el mercado, vuelve a ser de nuevo la climatología, con el frío, el que actúa para que los precios repunten.
En la última semana las cotizaciones de las frutas y hortalizas han mejorado, en algunos casos, como el del calabacín, notablemente. Esta hortaliza, en menos de siete días pasó de venderse rondando los 0,30 euros por kilo a los cerca de dos euros a los que cotizó ayer. La berenjena sigue al alza y también se vende en origen por encima de los dos euros el kilogramo.
La hortaliza más afectada por el hundimiento de los precios en el mes de diciembre, el pepino, también repuntó en la última semana, aunque de manera menos alegre. No obstante, de los 0,20 euros a los que cotizó durante más de un mes, pasó en los últimos siete días a cerca de los 0,60 euros por kilogramo. Tanto desde Asaja como desde Coag, señalan como causas de esta subida a la reducción de la producción debido a la ralentización derivada de la caída de las temperaturas.
Andrés Góngora, secretario provincial de Coag Almería, explicó que, además del frío, la reducción de la oferta se debe a que «muchos agricultores, sobre todo de calabacín, pero también de pepino temprano, visto que no les rentaba el precio decidieron arrancar la plantación, para preparar la explotación para un nuevo ciclo». Esto hace ahora que «haya mucho menos producto en el mercado, que unido ala menor producción por la bajada de las temperaturas hace que se dispare el precio, como siempre, ocurre». Góngora, aunque se alegra de la subida de las cotizaciones ahora, lamenta que se haya atravesado una nueva crisis de precios en el sector, dando lugar a pérdida de rentabilidad. «Como denunciamos al principio de la campaña volvemos a asistir a situaciones que desestabilizan la rentabilidad del agricultor, con subidas y bajadas de precios que impiden una planificación adecuada de la actividad», dijo Góngora.
Adoración Blanque, secretaria general de Asaja Almería, reprocha la falta de acción del sector a la hora de gestionar crisis, y lamenta que «tengamos que estar como siempre en manos de la climatología».