La empresa almeriense Vellsam ha obtenido el permiso del Gobierno de China para registrar y comercializar su gama de productos en el ‘gigante’ asiático, después de más de dos años de ensayos en campo para demostrar la eficacia de los mismos ante las autoridades competentes del país.
Ha sido un proceso lento, como el que tienen que atravesar todas las empresas que intentan realizar su desembarco en el país asiático, donde la mayor dificultad radica en superar la carga burocrática debido a una determinada serie de normas en cuanto a diseño, fabricación, usos o ventas que todas las empresas que se quieran establecer en China deben cumplir.
Después de dos años de pruebas, la empresa almeriense ha conseguido demostrar la eficacia de sus productos y ha obtenido las licencias y permisos de las autoridades chinas para registrar sus productos, por lo que comenzará de manera inmediata la comercialización de los mismos en el país asiático.
Francisco Castillo, consejero-delegado de Vellsam, ha apuntado después de recibir la aprobación del gobierno chino para la distribución de los productos en el país que “es una gran noticia porque hemos conseguido llegar a un país tan burocrático y tan complejo, donde es muy difícil entrar, y lo hemos logrado después de dos años de esfuerzo y demostraciones”.
La empresa almeriense, que en el último año ha llegado a países como Eslovenia o Bolivia y en sus Planes de Expansión de 2019 lo hará a Chipre o Moldavia, consigue de esta manera acceder también a uno de los mercados más exigentes del mundo como es el chino, que se suma así al listado de países asiáticos en los que Vellsam está presente y en el que figuran Emiratos Árabes Unidos, India, Jordania o Kirguistán.