La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) reclamó en Bruselas, en el Parlamento Europeo, la aplicación inmediata de la sentencia que anula el acuerdo de libre comercio agrícola de la Unión Europea con Marruecos al incluir de forma ilegal al Sahara Occidental, territorios sobre los que la ONU no reconoce la soberanía del país alauita. Lo hizo a través de algunos de sus dirigentes, entre los que figuró el responsable de su sectorial de frutas y hortalizas, y a la vez secretario provincial de Coag Almería, Andrés Góngora.
Durante su intervención en la Conferencia Europea para analizar la actualidad del conflicto saharaui, el responsable de frutas y hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, denunció cómo la Unión Europea «está rendida» a las demandas de Marruecos, que utiliza, según apuntó Andrés Góngora, «un perfil negociador basado en el chantaje, utilizando terrorismo, inmigración y tráfico de droga como argumentos para obtener contrapartidas en materia agrícola». Esas contrapartidas, explicó el almeriense en el Parlamento Europeo, «ponen en riesgo el futuro de los agricultores de la UE, que somos moneda de cambio evidente. Pero también dañan los intereses de los contribuyentes de la Unión Europea que no reciben los ingresos aduaneros correspondientes por los productos importados». Además, dijo el dirigente agrario, los consumidores de la UE no pueden tener certeza respecto del origen real de los productos procedentes supuestamente de Marruecos. Y por último, «pero no menos importante», concretó, «la propia población del Sahara Occidental, que ve cómo este acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos sirve para mermar sus derechos», manifestó Andrés Góngora.
El responsable de Relaciones Internacionales de Coag, Rafael Hernández, quien también intervino, afirmó que la Unión Europea no puede avalar Acuerdos de Asociación en los que una de las partes firmantes está vulnerando constantemente la legalidad y las obligaciones internacionales. «El Reino de Marruecos está realizando un uso o apropiación indebida de productos agrarios del territorio Saharaui. Marruecos está administrando de facto este territorio para sus propios intereses, (cuando la ONU no reconoce su soberanía sobre los territorios del Sáhara Occidental), sin tener en consideración las obligaciones internacionales impuestas por Naciones Unidas referente a los intereses, deseos o beneficios de la población saharaui».
Hernández recordó que la política exterior comunitaria debe velar porque se produzcan avances en materia de respeto al medio ambiente, derechos laborales y –sobre todo- en el desarrollo económico y social de la población local y no sólo de las grandes corporaciones locales o extranjeras. «El acuerdo con Marruecos no respeta este principio y pone todas las herramientas necesarias para que empresas agro exportadoras de capital europeo produzcan en Marruecos y en el Sahara Occidental saltándose las condiciones ambientales, laborales, etcétera, que se exigen en la UE para luego inundar nuestros mercados con productos a bajo precio».
Por ello, Coag considera imprescindible condicionar la apertura de los mercados europeos al cumplimiento de los derechos humanos y el derecho internacional, así como a unos estándares mínimos en materia socio laboral, ambiental y sanitaria, en beneficio de la seguridad alimentaria y de los consumidores europeos, pero también para lograr la mejora de las condiciones de vida y trabajo en los países del Sur.
En tramo final de su exposición, el responsable hortofrutícola de Coag, Andrés Góngora señaló que, en un hipotético nuevo acuerdo, el contingente de Marruecos con mejoras arancelarias (por ejemplo, en tomate) «debería ser revisado a la baja para eliminar las cantidades procedentes del Sahara Occidental», apostilló el almeriense.