El 60% de las exportaciones de aceite de oliva de la Unión Europea (UE) a China tiene el sello de Andalucía. El país asiático es el sexto destino de las ventas al exterior de la producción de la comunidad autónoma, con compras en 2017 por valor de 114,9 millones de euros. Esta facturación, resultado de la comercialización de 25.572,2 toneladas, consolida el liderazgo de la región dentro de España, al representar el 81% del valor de las transacciones nacionales hacia un mercado creciente que se erige, en palabras del consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, en una “gran oportunidad para el presente y, sobre todo, para el futuro”, ante el aumento de una clase media que demanda cada vez más alimentos de calidad y que reconoce las cualidades saludables del ingrediente diferenciador de la Dieta Mediterránea.
Sánchez Haro sustenta esta afirmación en el “espectacular” incremento de los potenciales consumidores de la oferta agroalimentaria andaluza, en general, y del aceite de oliva, en particular, en la medida en que la clase media urbana de China asciende en la actualidad a 225 millones de personas, cuando en el año 2000 apenas abarcaba a cinco millones. Para el año 2020, además, las previsiones apuntan a que la cifra ronde ya los 500 millones de ciudadanos, por lo que supondría, por sí sola, el tercer mercado del mundo. “Se abren ante nosotros, por tanto, nuevos horizontes que, con la ventaja competitiva de la excelencia que define a nuestras producciones, podemos y vamos a aprovechar”, ha subrayado el consejero.
No en vano, el aceite de oliva español es, junto al vino, uno de los productos que gozan de mayor reconocimiento entre la población china, un punto en el que es “incuestionable” el peso específico de la producción andaluza en el balance de las exportaciones tanto de España como de la UE, fijadas en 142,2 y 193,4 millones de euros por el envío de 31.579,5 y 42.593,5 toneladas, respectivamente. Además, como ha remarcado el titular de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, el país asiático se decanta, sobre todo, por los zumos que salen de las almazaras de la comunidad con el marchamo de la máxima calidad. De hecho, de los 114,9 millones de euros ingresados por el sector, 96,4 (el 83,9%) se corresponden a compras de aceites de oliva virgen y virgen extra.
El mercado chino, en definitiva, es, desde la óptica de Rodrigo Sánchez Haro, una “enorme puerta para el aceite de oliva andaluz”. De ahí, ha continuado el responsable autonómico, que debamos incidir en la promoción, para que “sea cada vez más conocido y no se vea como un producto asociado al lujo, sino como un alimento básico de una dieta sana y equilibrada que previene, entre otras, enfermedades cardiovasculares”. Para el consejero, en este sentido, es fundamental ahondar en la internacionalización, “la mejor garantía de futuro”, y convertirlo en un “producto popular y asequible para esa ingente clase media”.
Por comunidades
Andalucía, al igual que ocurre en el ámbito comunitario, es, “con creces”, la bandera de las exportaciones de aceite de oliva españolas a China. Dentro del país, apenas es seguida, y desde muy lejos, por Cataluña, con unas transacciones por valor de 17,7 millones de euros (3.897,6 toneladas), y Castilla-La Mancha, con la comercialización de 842,3 toneladas por un importe de 3,6 millones de euros. Menos significativa es la venta de la producción de regiones como Galicia y Comunidad Valenciana, con una facturación de 2,2 y 2,1 millones de euros (479,9 y 454,3 toneladas).