En los próximos meses se pondrá en marcha una nueva asignación de 43 millones de euros para impulsar el uso de las aguas regeneradas para los regadíos, según anunció el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez, quien valoró esta iniciativa como «un paso más hacia una utilización aún más eficiente y más sostenible de los recursos. Estas fuentes, según Sánchez, representan una «oportunidad» para los regadíos andaluces.
Para Rodrigo Sánchez, invertir en los regadíos, que concentran ya en Andalucía dos tercios del empleo y de la producción de la rama agraria, «es invertir en bienestar, en sostenibilidad y en riqueza», por lo que, «desde este convencimiento, seguiremos por esta senda en 2018 con una nueva dotación». En concreto, se abrirán tres nuevas líneas de ayuda que respaldarán la regeneración de aguas residuales, la conexión de las comunidades de regantes a estaciones de tratamiento y la puesta en marcha de nuevos regadíos abastecidos por estos recursos.
Estos incentivos, enmarcados dentro del PDR 2014-20, posibilitarán, aseguró el titular del ramo, «unas mayores garantías de suministro para las comunidades de regantes, paliando los efectos de sequías como la que sufrimos en la actualidad, a la vez que contribuirán al desarrollo de la economía circular en el ámbito agrario». De ahí, añadió Rodrigo Sánchez, «la urgencia de que, al igual que hacemos desde el Gobierno andaluz, el Ejecutivo de Mariano Rajoy asuma sus competencias y ejecute las depuradoras que tiene pendientes, como las de Adra, El Ejido o Roquetas, en Almería, y que permitirían el incremento de la disponibilidad de recursos.
En este contexto, el titular de Agricultura considera que el uso de aguas regeneradas «se hace más importante, si cabe, allí donde se concentra mayor población y el agua es más escasa», caso del litoral mediterráneo andaluz, «aunque, por supuesto, también se puede desarrollar en otras zonas». Se estima que en toda la comunidad la reutilización de aguas regeneradas para el regadío podría alcanzar los 180 hectómetros cúbicos (el 4% de la demanda del sector). Este índice, según Agricultura, se eleva hasta los 160 hectómetros cúbicos en el caso de las cuencas mediterráneas, el 15% de las demandas previstas para el regadío en el horizonte 2027.